Científicos del INTA descubrieron tres nuevos fitoplasmas que producen el llamado “enrojecimiento letal”. Y desarrollaron un protocolo para detectarlas a tiempo.
(20/03/2017 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Investigadores del INTA identificaron por primera vez un grupo de bacterias asociadas a una patología de las frutillas, lo que podría favorecer estrategias de detección y control.
El llamado “enrojecimiento letal” de las frutillas “disminuye la productividad de las plantas afectadas y restringe su venta al exterior, ya que los países evitan la importación de material vegetal infectado”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir el autor principal del trabajo, el doctor Franco Fernández, del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) del INTA, en Córdoba.
En las plantas, además del enrojecimiento de las hojas que le da su nombre, la enfermedad provoca enanismo, deformación en flores y frutos, necrosis (muerte de tejidos) y posterior muerte.
La patología está provocada por ciertos microorganismos, llamados fitoplasmas, que se transmiten por la acción de una familia de insectos relacionados con las cigarras y que se conocen vulgarmente como chicharritas. Ahora, Fernández y sus colegas, mediante estudios genéticos de bacterias aisladas de cultivos en Tucumán, Corrientes y Santa Fe, identificaron tres nuevos fitoplasmas que no habían sido antes descriptos y que se suman a un cuarto que ellos mismos descubrieron en 2015.
Argentina produce unas 35.000 toneladas anuales de frutilla, sólo detrás en América del Sur de Brasil y Chile. “Nuestro trabajo tiene como fin último contribuir al mejoramiento de la realidad productiva de nuestro país. Hemos desarrollado protocolos altamente sensibles y específicos para la detección de esta clase de patógenos en frutilla, lo cual puede ser útil tanto para los productores como para organismos de control, como el SENASA”, destacó el doctor Luis Conci, investigador del Instituto de Patología Vegetal (IPAVE), que depende del CIAP del INTA.
El trabajo fue publicado en la revista “International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology”.