Científicos de la Universidad Nacional de Rosario presentaron un prototipo que mejora la resistencia y otras propiedades de las aleaciones. “La idea es transferir el conocimiento adquirido a las empresas metalmecánicas de la región”, dijo uno de los investigadores.
(05/05/2017 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Científicos de Rosario lograron crear un dispositivo que mejora diferentes propiedades de aleaciones metálicas. Aunque todavía está en fase de prototipo, la expectativa es que se aplique en empresas metalmecánicas que fabrican desde piezas de automóviles hasta arcos para ortodoncia y stents para angioplastias.
“Nuestro sistema mejora la resistencia mecánica de piezas frente a mecanismos usuales de falla, como la fatiga y la propagación de fisuras”, indicó el director del avance, el doctor Jorge Malarría, investigador del Instituto de Física Rosario (IFIR), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). “También favorece la deformación que alcanzan aquellos materiales con memoria de forma”.
Tal como describe la revista “The Review of Scientific Instruments”, el desarrollo de los investigadores del IFIR promueve el crecimiento en forma elongada de los granos que conforman la microestructura de un metal policristalino (forma usual en que se presentan los metales). Esa transformación dota a las aleaciones de nuevas propiedades.
Para lograr ese resultado, los investigadores elevaron la temperatura del material, hasta cerca del punto de fusión, en una región muy localizada. Y generaron un fuerte gradiente de temperatura con el entorno inmediato de esa zona caliente, favoreciendo la elongación de los granos, explicó Malarría, quien también es profesor titular de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR.
El desarrollo del equipo integra dos partes fundamentales: una bobina de espiras planas para el calentamiento focalizado por inducción, y un dispositivo electromecánico que permite el avance controlado del material a través de la bobina.
“Logramos un prototipo que permite alcanzar el objetivo deseado a escala de laboratorio. Y ahora continuamos con pruebas y análisis de resultados tendientes a optimizarlo”, sostuvo Malarría. “Nuestro objetivo es transferir el conocimiento adquirido a las empresas metalmecánicas de la región. De este modo estaremos contribuyendo a incrementar su competitividad promoviendo la incorporación de valor agregado en la industria nacional”, añadió.
Del avance también participaron el ingeniero Juan Manuel Vallejos, becario doctoral del CONICET y primer autor del estudio, así como Martín Leonard, César Sobrero, Paulo La Roca y Ana Velia Druker, todos integrantes del grupo de Malarría.