El Notiolofos regueroi guarda cierta semejanza con los caballos y camélidos y habitó ese continente cuando su clima era mucho más cálido que el actual.
(19/07/2017 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. A diferencia del Ártico, la Antártida no alberga mamíferos terrestres. Sin embargo, paleontólogos argentinos descubrieron una nueva especie de mamífero herbívoro que habitó ese continente cuando su clima era mucho más cálido que el actual y su superficie estaba cubierta por bosques.
Notiolofos regueroi, que guarda cierta semejanza física con los caballos y camélidos (aunque pertenece a linajes evolutivos distintos), habría pesado entre 25 y 58 kg y vivió en el Eoceno: un período que comenzó hace 53 millones de años y terminó 34 millones de años atrás.
La nueva especie “representa el tercer ungulado (mamíferos herbívoros con cascos en los dedos, que fueron evolucionado desde la desaparición de los dinosaurios no avianos hace 65 millones) de origen sudamericano”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir uno de los autores del descubrimiento, el doctor Javier N. Gelfo, investigador del CONICET en la División de Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata, que depende de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Como suele ocurrir en esta disciplina, se logró “volver a la vida” e inferir las características de la especie a partir de una única pieza fósil: en este caso, un diminuto molar de 10 x 20 milímetros hallado durante la Campaña Antártica de Verano del 2016 en la Isla Marambio (Seymour).
El herbívoro era un Litopterna, miembro de un orden extinto de mamíferos placentarios que caminaban apoyados sobre los extremos de los dedos. Y habitó la Antártida cuando su superficie estaba surcada por amplios bosques en donde predominaban las fagales (parientes de los coihues y lengas actuales) que brindaban condiciones apropiadas para el desarrollo de amplios ecosistemas terrestres.
Por otra parte, el hoy “continente blanco” aún guardaba conexiones terrestres con Australia y América del Sur como resultado del antiguo desmembramiento de Gondwana, lo que facilitaba los movimientos migratorios terrestres.
“Nuestro hallazgo se agrega como un elemento más para comprender la historia de los evolutiva de los extintos mamíferos terrestres del continente antártico”, subrayó Gelfo.
Del trabajo publicado en la versión online de la revista “Antarctic Science” también participaron Guillermo López, investigador de la División de Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata, que depende de la UNLP, y Sergio Santillana, jefe científico del Instituto Antártico Argentino.