Así lo afirma la doctora Jelena Nadinic, presidenta del primer Simposio Internacional de Fitocosmética Sustentable que se realizará en el marco del 60° Aniversario de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.
(25/09/2017 – Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Buenos Aires será sede del primer Simposio Internacional de Fitocosmética Sustentable, que se realizará en el marco del 60° Aniversario de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (FFyB) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Desde la antigüedad, el reino vegetal proveyó de sustancias naturales a partir de las cuales elaborar productos para la protección, la estética y la salud del cuerpo. Jugos de plantas, extractos de hierbas y aguas aromáticas ya eran usados como ingredientes cosméticos en el Paleolítico y en antiguas culturas orientales. “Lo que conocemos hoy como fitocosmética es simplemente la evolución de los conocimientos ancestrales que hoy están explicados científicamente. La ventaja de esta disciplina sustentable es que se basa en el empleo de materias primas naturales en lugar de sintéticas y, simultáneamente, acompaña la búsqueda de un equilibrio entre la salud y el bienestar personal”, explica la doctora Jelena Nadinic, vicedirectora de la Carrera de Especialización de Producción de Cosméticos de la FFyB y presidenta del simposio internacional que tendrá lugar los días 28 y 29 de septiembre en la FFyB de la UBA.
¿Qué significa que la fitocosmética sea “sustentable”?
El objetivo es que desde la investigación y desarrollo, hasta la producción y la innovación, siempre respete el manejo sostenible de los recursos naturales y promueva la innovación a partir de la flora autóctona regional.
¿Cómo es la tendencia del uso de extractos vegetales en la cosmética?
Se está haciendo cada vez más dominante, debido al perfil de consumidor más consciente que desea productos que le provean beneficios adicionales, que cuiden el medio ambiente y que estén sustentados en evidencias científicas. Por este motivo es necesario conocer todos los aspectos que involucran la identificación, control de calidad, procesamiento y aplicación de los fitoingredientes.
¿En qué fase se encuentra la fitocosmética en Argentina?
En nuestro país es incipiente, apenas representado por determinadas regiones en las que hay tradiciones de uso, o productos típicos de la región que son también aprovechados para cosmética, como vid, aceite de oliva, alcaparras, manzanilla y frutos rojos. Hay mucho potencial de desarrollo.
¿Qué acervo vegetal tiene la Argentina?
Para darse una idea, Brasil y Colombia cuentan con 55.000 y 45.000 especies vegetales respectivamente. De acuerdo con las estimaciones más recientes, la flora de la Argentina comprende alrededor de 10.000 especies de plantas, de las cuales el 20% son endémicas, o sea, crecen sólo aquí. De este total, cerca de 1000 especies son utilizadas en la medicina popular. Tenemos que tener especial atención a aquellas que están en peligro de extinción de la flora autóctona, por la recolección indiscriminada, y por la falta de conocimiento de cómo hacerlo en forma sustentable.
¿Cuán fuerte es la presencia de productos fitocosméticos en el mercado?
Hoy día no existe prácticamente desarrollo de cosméticos que no incluyan al menos un fitoingrediente, y hay una oferta muy diversa de productos que van de los que usan solamente materias primas orgánicas y naturales en altas concentraciones, a una inmensa franja que incluye activos vegetales de comprobada eficacia. Sin embargo, es preciso impulsar esta disciplina articulándola con el sector productivo, a fin de reducir no solo el uso de materias primas sintéticas sino también innovar con productos más eficaces y de nuevas propiedades.
¿Podría dar ejemplos de beneficios asociados a compuestos bioactivos extraídos de plantas?
Los mecanismos de acción de esas sustancias dependen de su composición química. Los flavonoides y polifenoles, en general, son antioxidantes; los hidratos de carbono actúan en la proliferación celular de los queratinocitos y fibroblastos (células de la piel); los distintos triterpenos son descongestivos; los taninos ayudan a la cicatrización; los polisacáridos tienen propiedades como formadores de films y los lípidos (aceites, mantecas y ceras) tienen un poder humectante.
¿Cómo es el recorrido desde la planta al producto?
Los proveedores de fitoingredientes deben contar con documentación adecuada en cuanto a su seguridad, ensayos toxicológicos y concentraciones recomendadas y la investigación básica es la fuente que inspira estos nuevos compuestos. En esta etapa se establecen los mecanismos de acción, por ejemplo, si son antimicrobianos, antioxidantes, si inhiben o estimulan enzimas antiinflamatorias, y con esto su potencial uso sobre la piel para distintos fines. Es una actividad interdisciplinaria en la que también participan dermatólogos.