El material desarrollado por científicos del CONICET y de la Universidad Nacional de Salta puede tener aplicaciones en áreas como la medicina, la industria de alimentos, y la higiene y sanidad ambiental.
(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Un nuevo material biodegradable parecido a la gelatina o hidrogel podría servir para liberar medicamentos de manera controlada, absorber sustancias contaminantes o incluso detectar con un cambio de color si algún alimento perdió la cadena de frío en el supermercado. Así lo señalaron científicos de Salta, quienes lograron el desarrollo “fusionando” dos tipos de biopolímeros de uso en la industria alimentaria que se atraen como si fueran imanes.
“La ventaja del material es que es amigable con el medio ambiente y, además, se le pueden incorporar nanoestructuras, lo que permitiría ampliar sus posibles usos en diferentes industrias”, indicó el primer autor del avance, el doctor en alimentos Aníbal Slavutsky, integrante del grupo de “Materiales Biopoliméricos” que lidera la doctora María Alejandra Bertuzzi en el Instituto de Investigaciones para la Industria Química (INIQUI), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Salta (UNSa).
Bertuzzi, Slavutsky y sus colegas desarrollaron el hidrogel combinando la pectina, un espesante habitual de mermeladas y gelatinas, con goma brea, una alternativa a la goma arábiga que se extrae de un árbol que crece en el centro-norte del país y otras regiones de América Latina. El novedoso producto fue presentado en la revista científica “International Journal of Biological Macromolecules” y podría tener aplicaciones en distintos campos.
Una propiedad del hidrogel podría ser absorber contaminantes si se lo emplea para el tratamiento de efluentes, destacó Slavutsky, quien también es profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNSa.
Pero también podría tener utilidad en la administración precisa de medicamentos. “Cuando el hidrogel esté atravesando el sistema digestivo, el fármaco se podrá liberar en un órgano en particular que presenta una acidez o pH específico, dependiendo de cómo esté formulado y de las características de la sustancia de interés”, manifestó Slavutsky, quien añadió que una estrategia similar también se podría utilizar en el diseño de parches cutáneos medicinales.
Otra aplicación podría ser su empleo para el transporte y conservación de alimentos de origen animal. En ensayos de laboratorio, Bertuzzi y Slavutsky comprobaron que cada gramo del hidrogel puede absorber veinte veces su peso en agua, por lo cual podría incorporarse a las bandejas que contienen pescado o derivados cárnicos para “captar” los jugos liberados y limitar su descomposición, señalaron.
Los investigadores pretenden seguir avanzado en esta línea para su eventual transferencia al mercado.