Inhibe el crecimiento de estafilococos y fue desarrollado por científicos del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba. Podría aplicarse en materiales como catéteres, marcapasos, prótesis, válvulas cardíacas y lentes de contacto.

(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-.  Científicos de Córdoba realizaron modificaciones en un material presente en dispositivos médicos y lograron inhibir el desarrollo de comunidades de Staphylococcus aureus, la bacteria que causa la mayor cantidad de infecciones hospitalarias.

Ese estafilococo es un microorganismo que provoca desde infecciones menores hasta otras que amenazan la vida, como sepsis, endocarditis y neumonía.

“Nuestro trabajo es de ciencia básica, pero si se realizaran ensayos de validación, las superficies podrían incorporarse en dispositivos biomédicos tales como catéteres, marcapasos, prótesis, válvulas cardíacas o lentes de contacto”, señaló a la Agencia CyTA-Leloir la directora del estudio, Carla Giacomelli, directora del equipo de trabajo “Biofisicoquímica de superficies” del Instituto de Investigaciones en Fisicoquímica de Córdoba (INFIQC).

Staphylococcus aureus, así como otras bacterias, se unen y forman “biofilms” o comunidades cuando se ponen en contacto con la superficie de un dispositivo médico y así resisten mejor las defensas inmunes y la acción de antibióticos.

Tal como revela la revista “Colloids and Surfaces B: Biointerfaces”, Giacomelli y su equipo no desarrollaron un nuevo material, sino que modificaron la superficie de uno ya existente difundido en el ámbito médico que está constituido de dióxido de silicio.

“Modificamos esta superficie con proteínas plasmáticas sometidas a un tratamiento térmico y observamos una disminución del 90% en el número de bacterias vivas adheridas inicialmente y una completa inhibición de la formación de biofilm”, indicó la primera autora del estudio, la doctora María Laura Martín, quien trabaja en el grupo de Giacomelli en el INFIQC, que depende de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del CONICET.

“Se podría implementar esta modificación superficial en diferentes dispositivos médicos, ya que representa una estrategia novedosa, fácil, económica y utiliza componentes biocompatibles y de toxicidad nula”, afirmó Giacomelli, quien también es profesora titular de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC y ganadora de una mención en la edición 2018 de los Premios L´Oreal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”.

En principio, afirmó la investigadora, la modificación de superficies podría utilizarse para biomateriales implantables u otros dispositivos que no estén en contacto con tejidos vivos. “En el primer caso, se necesitaría implementar previamente estudios in vivo, para garantizar la efectividad contra infecciones postquirúrgicas por el uso de implantes o dispositivos médicos al mismo tiempo que se asegura su inocuidad”, agregó Giacomelli. En 2017, fue la primera científica cordobesa en ganar el premio “Dra. María Cristina Giordano” de la Asociación Argentina de Investigación Fisicoquímica (AAIFQ) por sus aportes a la investigación y la formación de recursos humanos.

Los resultados de este trabajo son parte del trabajo de tesis doctoral de Martín realizado bajo la dirección de Giacomelli con la colaboración directa de Laura Valenti, del INFIQC y del CONICET, financiado con una beca de CONICET y defendido en la Facultad de Ciencias Químicas (UNC) con una calificación de sobresaliente. Del estudio también participó Sergio Dassie, del INFIQC y del CONICET.

 

Los autores del avance: Sergio Dassie (izq.), Carla Giacomelli, María Laura Martín y Laura Valenti, científicos del Instituto de Investigaciones en Fisicoquímica de Córdoba.

En las imágenes de microscopia se ven mayoritariamente bacterias adheridas vivas (puntos verdes) sobre la superficie sin modificar, mientras que sobre las superficies modificadas se observan bacterias adheridas muertas (puntos rojos) o ausencia de adhesión bacteriana.