Así lo indica Alicia Cámara, viróloga de la Universidad Nacional de Córdoba, quien desde 2013 estudia en el país otros miembros de la familia de los coronavirus. “El virus que causa COVID-19 tiene un comportamiento explosivo, y la salida de la cuarentena tendrá que ser en forma gradual”, enfatiza.
(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Para hacer frente al comportamiento “explosivo” del virus de Covid-19, el más transmisible de todos los miembros de la familia de los coronavirus, la fórmula más efectiva tiene siglos de trayectoria, sostiene la doctora Alicia Cámara, investigadora del Instituto de Virología “Dr. J.M. Vanella” (InViV) de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba.
“El distanciamiento social es una ‘vacuna’ que viene desde la Edad Media, pero es eficaz”, asegura la investigadora del Laboratorio de Virus Influenza y otros Virus Respiratorios del InViV.
En diálogo con la Agencia CyTA-Leloir, Cámara habla sobre las características singulares del patógeno y los desafíos que enfrenta la humanidad en el control de la pandemia.
-¿Cuál es el origen de los virus?
Los virus existen y conviven desde las primeras formas de vida que se originaron en el planeta desde hace 3.500 millones de años y han ido evolucionando a la par de todas las especies que han infectado como bacterias, insectos, vertebrados (aves, mamíferos, y otros) y también al ser humano.
Con el progreso de la humanidad, se pensaba que las epidemias podrían controlarse. La realidad se empeña en demostrarnos lo contrario.
Así es. Desde los experimentos de Edward Jenner en el siglo XVIII en relación con la vacunación contra la viruela, hasta el extraordinario progreso de la medicina ocurrido en el siglo XX, que incluye el desarrollo de los cuidados intensivos, la biología molecular y las drogas antimicrobianas, todo hacía pensar que las enfermedades infecciosas disminuirían paulatinamente en importancia para la salud humana. No obstante, la reciente emergencia de nuevas entidades como el SIDA y la reemergencia de otras que se consideraban controladas, como la tuberculosis, han hecho que algunos autores estimen que la historia de las enfermedades infecciosas quizás sea infinita. Las últimas pandemias parecen confirmarlo.
¿Cuándo se descubrieron los coronavirus?
Por evidencias clínicas, se intuyó su existencia desde la década de 1930. Sin embargo, las primeras investigaciones que los identificaron datan de 1967.
¿Cuántas variedades de coronavirus hay?
El virus SARS-CoV-2, responsable de Covid-19, es la séptima variedad descubierta que infecta humanos. La familia tiene un gran número de variedades que infectan distintos tipos de animales, en su mayoría mamíferos, así como aves. Producen una infección respiratoria aguda que puede ser leve, moderada, grave, severa y, en algunos casos, fatal. Circula durante todo el año con mayor prevalencia en épocas frías como otoño e invierno en el hemisferio sur. Afecta a todas las personas de distintas edades, pero causa mayores complicaciones en aquellos que tienen enfermedades previas, como diabetes, problemas cardíacos, EPOC o cáncer.
¿Usted investigó algunas cepas del coronavirus?
Desde 2013, estudiamos dos cepas, CoVh-OC43 y CoVh-229E, que logramos detectar con técnicas moleculares a partir de hisopados y aspirados nasofaríngeos de población hospitalizada en su mayoría pediátrica. Los resultados obtenidos indican una prevalencia del 2 al 4%, que es comparable a lo reportado por otros autores de diferentes regiones del mundo. Producen los síntomas de un resfrío común, ya que estas cepas pertenecen a las que generan síntomas leves.
¿Qué diferencia al virus de Covid-19 de los otros coronavirus?
Los dos que generaron epidemias habían sido SARS-CoV-1, en 2002-2003, y MERS-CoV, desde 2012. La mortalidad era más alta, pero su distribución más limitada. El virus de Covid-19 mostró tener una elevada capacidad de difusión, más alta que los otros. Produce infecciones inusitadas muy marcadas, con comportamiento explosivo.
Pero la letalidad es más baja
La letalidad es baja en condiciones normales o ideales de un sistema sanitario presente, justo, equilibrado y con fuerte impulso en la salud comunitaria. Las políticas públicas sanitarias son las más adecuadas para resolver este tipo de crisis en salud. Nuestro país se ha anticipado al manejo de esta pandemia con el distanciamiento social obligatorio, además de todas las recomendaciones previas para evitar el contagio. Hay que tener mucha paciencia, prudencia, tolerancia y solidaridad, porque cuidándome estoy cuidando al otro. Pero lo primero que debe hacer la sociedad es respetar estrictamente el distanciamiento social, que es una “vacuna” que viene de la Edad Media, pero es eficaz.
¿Esta pandemia ha visibilizado la relevancia de la ciencia como herramienta para enfrentar este tipo de emergencias?
Pienso que sí. Es muy importante que no sólo la sociedad tome conciencia de la importancia de la inversión en ciencia, sino que el gobierno invierta en ciencia para resolver situaciones como estas. Y que se valore realmente la actividad científica tantas veces denostada, y cuyos avances pueden volver a la sociedad en diagnósticos, tratamientos precoces y conocimientos epidemiológicos sobre estos nuevos agentes infecciosos.
¿Habrá pronto alguna vacuna y antivirales para este nuevo coronavirus?
Muchos laboratorios nacionales e internacionales están trabajando fuerte, pero igual creo que habrá que esperar como mínimo seis meses para que exista alguna intervención probada. Mientras tanto, hay que cumplir rigurosamente con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y los ministerios de Salud: respetar las medidas de higiene y aislamiento, asistir lo menos posible a lugares con muchas personas y pensar que la salida de la cuarentena se va a hacer en forma gradual. Vamos a cambiar como sociedad en varias prácticas favorables para mantener el estado de salud.