Si bien existen unos pocos antecedentes en otras especies, como ratones y perros, se trata del primer clon equino con un sexo diferente al del animal a partir del cual se originó. Publicado en la revista PLOS ONE, los científicos reconocen que se trató de una pérdida espontánea del cromosoma Y, pero aseguran que puede abrir las puertas a la selección de sexo para la preservación de especies en riesgo, el desarrollo de nuevas técnicas de cría y para fines deportivos.
(Agencia CyTA-Leloir. Por Luciana Díaz).- Por primera vez en la historia de la clonación se registró el nacimiento de un caballo genéticamente idéntico al ejemplar que le dio origen, aunque de diferente sexo. ¿Cómo es posible? Según publicaron científicos argentinos en la revista PLOS ONE, la razón se debió a una pérdida espontánea del cromosoma Y, muy posiblemente debido a una situación imprevista de estrés que enfrentó el cultivo del tejido para obtener el ADN de las células del macho que se clonó. Pero eso no le quita, aseguran, su cualidad de clon.
“Un clon es un individuo con el mismo genoma que otro, que se genera a partir de una reproducción asexual y tiene como origen una única célula. La yegua de la que hablamos entra absolutamente en toda esa definición; no tiene un genoma diferente, sino ausencia de una parte”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir Gabriel Vichera, cofundador y director científico de Kheiron Biotech, el laboratorio en el que se realizó el procedimiento. Y agregó: “El estudio genético de filiación que realizamos en la Sociedad Rural dio que la yegua es igual al individuo a partir del que se gestó y también a su gemelo, un potro que nació junto a ella”.
Así fue como los científicos pasaron de la incredulidad inicial a la certeza y comprendieron que estaban ante un clon con cambio de sexo. A pesar de trabajar en el área desde hace casi 20 años, Vichera reconoció que nunca había oído ni leído nada similar. “Es realmente muy insólito. A partir de lo ocurrido buscamos literatura sobre el tema y encontramos casos aislados en ratones, lobos y perros. Pero no hay antecedentes en caballos”, enfatizó el biotecnólogo y doctor en Ciencias Agropecuarias.
Sorpresa espontánea
En 1996, la oveja Dolly se convirtió en el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta. Su nacimiento fue posible a partir de una técnica denominada transferencia nuclear de células somáticas (TNCS), que consiste en tomar una célula del cuerpo del animal que se quiere replicar y fusionarla con un óvulo de otro ejemplar al que previamente se le quitó el núcleo. En el laboratorio se logra reprogramar ese óvulo de manera tal que se genera un embrión in vitro sin necesidad de fecundación, al que luego se implanta en el vientre de una hembra adulta (diferente a la que brindó el óvulo).
La misma técnica de TNCS es la que utilizan Vichera y sus colegas de Kheiron para clonar caballos, sobre todo grandes estrellas de polo. Y la que dio origen a estos clones de diferente sexo. Para entender qué fue lo que sucedió, los investigadores realizaron diferentes estudios y concluyeron que se debió a una pérdida del cromosoma Y.
Todos los mamíferos poseen dos cromosomas sexuales (X e Y) cuya combinación es la que determina el sexo biológico. Las hembras presentan dos cromosomas X (XX) en sus células, mientras que los machos tienen uno X y uno Y (XY). “Tanto el fenotipo [apariencia externa] como el genotipo [configuración genética] de la yegua corresponden a los de una hembra. Pero en vez de ser XX es X0 (cero). Esta pérdida del cromosoma Y en el caballo, igual que en el ser humano, da un individuo viable”, explicó Vichera.
“Creemos que la pérdida tiene que haber ocurrido en el cultivo del tejido del animal original, aunque en los análisis que hicimos no logramos detectar que haya sido así. Sí pudimos saber que esas células no estuvieron en condiciones adecuadas en cuanto a temperatura y atmósfera, algo que puede generar estrés a un cultivo celular y producir una variabilidad en la composición cromosómica”, añadió el especialista.
Hoy la yegua clon tiene dos años y a simple vista es perfectamente normal. Recién en 2022 le pudieron realizar ecografías para evaluar sus órganos sexuales, porque antes era demasiado chica. “Comprobamos que tiene útero y ovarios, aunque para su edad éstos no están lo suficientemente desarrollados. Hay que esperar y ver cómo evolucionan en el tiempo, pero suponemos que puede ser infértil por los medios convencionales de reproducción sexual”, especificó el ex investigador del CONICET que dejó su cargo para fundar la empresa en la que trabaja desde 2011.
Si bien en este caso la pérdida del cromosoma Y fue espontánea y todavía no está claro por qué se produjo, en el paper los investigadores plantean que puede ser un hilo del que tirar para ir más allá: “En equinos la posibilidad de hacer un cambio de sexo a través de TNCS ofrece un gran potencial para la preservación de especies en peligro de extinción, el desarrollo de nuevas técnicas de cría, y fines deportivos”, escribieron.
Vichera, que ya tiene más de 300 clones de caballos en su haber, abundó: “El 80% de los caballos que clonamos en Kheiron son para jugar al polo, un deporte en el que las yeguas son más buscadas porque son más dóciles. De hecho, muchos polistas dicen que les encantaría tener un clon hembra de sus caballos ‘supercracks’ para ver si su desempeño es mejor”, graficó.
Aunque aclaró que por el momento no lo están investigando, el especialista considera que si se lo proponen podrían lograrlo. “Si viene un cliente dispuesto a financiar específicamente la búsqueda de cambio de sexo, lo podemos hacer. Por ahora no es una prioridad porque implica un trabajo extra al que hacemos para obtener un clon normal y el nuestro es un laboratorio de producción, comercial, con una línea pequeña de investigación. Si fuésemos 100% de investigación, seguro que ya lo estábamos haciendo”, manifestó.