El proyecto Colaboración en Oncología de Precisión Pediátrica Argentina (COPPA), presentado por la Fundación Natalí Dafne Flexer y que dirige una investigadora de la Fundación Instituto Leloir (FIL), obtuvo uno de los subsidios otorgados por los Precision Oncology Patient Innovation Awards 2022 del laboratorio Bayer.
(Agencia CyTA-Leloir).- La acción coordinada de médicos e investigadores argentinos permitirá optimizar el tratamiento oncológico en niños y adolescentes y facilitar su acceso equitativo a partir de la realización de análisis moleculares a los tumores, según los resultados de un certamen internacional organizado por el laboratorio Bayer.
“A pesar de que es cada vez más más necesario para que los médicos puedan tomar decisiones terapéuticas, en la Argentina es muy poco frecuente la secuenciación genética diagnóstica de los tumores pediátricos de alto riesgo. Hay unos pocos centros que lo hacen para algunos de los tipos más comunes, pero estamos lejos de llegar a todos los casos que lo necesitan. Además, los resultados son difíciles de interpretar correctamente ya que los tumores pediátricos son diferentes a los de adultos”. La doctora en Bioquímica Andrea Llera, Investigadora Principal del CONICET en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de la Fundación Instituto Leloir (FIL), resumió así la desigualdad en el acceso a terapias innovadoras que viven hoy los niños y adolescentes argentinos con cáncer.
Para intentar mejorar esta situación, Llera, la Fundación Natalí Dafne Flexer (FNDF) y el oncólogo pediatra Guillermo Chantada, del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (IIMT) de la Universidad Austral, se unieron en una iniciativa multidisciplinaria para participar en los Precision Oncology Patient Innovation Awards 2022, un certamen internacional que organiza el laboratorio Bayer. Presentaron un proyecto al que llamaron “Colaboración en Oncología de Precisión Pediátrica Argentina (COPPA)”, que resultó ser uno de los dos ganadores (el otro fue una iniciativa de España).
“La Fundación Natalí Dafne Flexer, como integrante del Consorcio COPPA, cumple un rol fundamental en el proyecto, administrando los fondos y coordinando la logística del traslado de las muestras de los tumores que se toman en los hospitales participantes de todo el país para que lleguen en tiempo y forma a la FIL y el Hospital Universitario Austral (HUA), donde se harán los análisis a nivel molecular. Y tiene proyectado llevar a cabo acciones para asegurar el sostenimiento a largo plazo de la iniciativa”, explicó Llera, la directora del proyecto, a la Agencia CyTA-Leloir.
La especialista aclaró que en la FIL se extraerán el ADN y ARN de las muestras y se armarán las bibliotecas de ADN que serán secuenciadas. Luego de prepararlas para el traslado, se llevarán al secuenciador que funciona en el HUA para obtener la lista de sus bases genéticas. “Se analizará un panel de genes, que son los que tienen información accionable, es decir, o que cuentan con un medicamento asociado o bien que al determinar cuál es el que está mutado permite resolver mejor cómo tratar al paciente”, aseguró Llera. Y añadió que luego de procesar esa información e interpretarla remitirán un reporte a un “ateneo interdisciplinario molecular” (molecular tumor board), formado por médicos oncólogos, cirujanos, patólogos, biólogos moleculares y bioinformáticos, que discutirá los hallazgos más importantes y generará un informe clínico para enviarle al oncólogo.
“La idea es que el trabajo en equipo permita tomar la mejor decisión terapéutica frente a un determinado paciente”, resaltó Llera. La información obtenida, anónima, también quedará en una base de datos y con el tiempo servirá para contar con diferentes estadísticas relacionadas al cáncer pediátrico.
Además de las instituciones mencionadas, también participan de COPPA centros de salud de todo el país, como el Hospital Niño Jesús de Tucumán y el Hospital Infantil Municipal de Córdoba que, al igual que el Hospital Universitario Austral, ya tienen el estudio aprobado por sus Comités de Ética intervinientes. Otros centros como el Hospital Italiano de Buenos Aires han presentado el estudio para su aprobación.
“Tener un diagnóstico preciso puede ayudar, por ejemplo, a evitar cirugías muy cruentas o tratamientos con efectos secundarios serios. Hace un tiempo, gracias a la donación de una empresa, se le pudo hacer uno de estos tests a un niño al que con los análisis tradicionales no se le podía determinar con precisión qué tipo de tumor tenía. Se comprobó que presentaba una determinada alteración genética para la cual existe una droga en el mercado. A partir de esos resultados, el hospital tratante logró que se reconociera al paciente la cobertura del medicamento que necesitaba”, informó Llera, quien agregó: “La intervención tradicional para ese caso hubiera dejado discapacitado al niño, lo que de esta manera se pudo evitar”.
Por último, Llera resaltó: “Nuestra idea es que más allá de este premio, que le da un gran impulso, la iniciativa sea sostenible en el tiempo y que podamos sumar a otros países de América Latina”. La sustentabilidad del proyecto está garantizada para este año, en el que esperan procesar muestras de unos 50 pacientes.