Con la presencia de miembros de la familia Leloir y autoridades de la Fundación Instituto Leloir, se realizó la ceremonia de cierre de la cuarta edición del galardón que se instauró en 2017 y otorga 15 mil dólares para impulsar la carrera de un científico que desarrolla su trabajo en el país.

(Agencia CyTA-Leloir).- Tres científicos de menos de 40 años acaban de ser galardonados en la cuarta edición del Premio Fima Leloir “a la Excelencia Científica de Jóvenes Investigadores”, por sus talentosos e innovadores aportes a la búsqueda de soluciones de problemas en distintas disciplinas. Resultó ganadora principal la doctora en Química y jefa del Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Instituto Leloir (FIL) Daiana Capdevila, quien se hizo acreedora de 15 mil dólares como estímulo para continuar con una carrera promisoria. Matías Capella, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (Santa Fe), y Luis Ibarra, del Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud (INBIAS), del CONICET y la Universidad Nacional de Rio Cuarto (Córdoba), obtuvieron menciones especiales. Los tres recibieron su distinción durante un acto realizado en la sede de la Fundación Instituto Leloir (FIL) frente al Parque Centenario de la Ciudad de Buenos Aires.

“Todos los que estamos hoy acá sabemos que la ciencia es crucial para el desarrollo y el crecimiento de una nación. La resolución de problemas en la salud y en la industria comienza por los avances en el conocimiento científico. Tenemos que poder transmitirles a nuestros jóvenes el rol fundamental que ellos tienen en estos procesos. Es muy importante que, desde todas las instituciones, públicas o privadas, hagamos el mayor esfuerzo para crear las condiciones para que puedan desarrollar su labor con perspectiva de futuro y sostenerlas en el tiempo”, señaló Ángeles Zorreguieta, directora de la FIL. Y agregó: “Son sus mentes vivaces y adaptadas a estos tiempos las que seguramente nos aportarán la innovación que se requiere para avanzar en la resolución de muchos de nuestros problemas actuales. Y de los que vendrán”.

Precisamente, el premio instaurado en 2017 por Josefina “Fima” Leloir, sobrina y ahijada del Premio Nobel de Química en 1970, busca impulsar la carrera de científicos jóvenes que desarrollan su trabajo en la Argentina. Algo que resaltó Capdevila al subir a recibir el galardón. “En muchos lugares del mundo, los primeros 10 años de una carrera científica independiente suelen ser vistos como la etapa de mayor libertad y creatividad y hay consenso de que necesitamos fondos para que los investigadores jóvenes tomemos esos riesgos que permitan líneas más novedosas e innovadoras. Con este premio creo que se captura esa visión y la comparto y agradezco profundamente”, dijo la investigadora del CONICET de 36 años, que busca desarrollar nuevas estrategias contra bacterias que causan enfermedades graves.

Capdevila, que recibió el premio de manos de la propia Josefina Leloir, agregó: “Recibir este reconocimiento para mí es una gran responsabilidad y refuerza el compromiso que asumo de seguir haciendo ciencia en la Argentina. Hacer ciencia acá, no es como hacerla en otro lugar del mundo. Más allá de las dificultades que todos conocemos, para mí hacer ciencia en la Argentina es pertenecer a una red de personas apasionadas y comprometidas no sólo con la excelencia académica, sino también con una ciencia que busca dar respuesta a los problemas de la sociedad.”

La ceremonia estuvo conducida por Andrés Riesnik, doctor en Física y uno de los anfitriones de “La Liga de la Ciencia” en la TV Pública, y la biotecnóloga Natalí Rasetto, becaria doctoral del CONICET en la FIL. Y también contó con la presencia de autoridades y staff de la institución, directivos y representantes de organizaciones benefactoras y empresas colaboradoras, así como varios miembros de la familia Leloir, entre ellos la hija del Nobel, Amelia.

Daiana Capdevila (centro) con el grupo del Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas, que dirige en el Leloir.

 

 

 

 

 

 

 

 

Armando Parodi, investigador emérito de la FIL y quien fuera en su momento becario del equipo del propio Leloir, dio una breve charla histórica en la que graficó cómo aquél grupo pionero que empezó a trabajar en una vieja casona del barrio de Palermo –integrado, entre otros, por Ranwell Caputto, Raúl Trucco, Alejandro Paladini y Horacio Pontis– fue un verdadero semillero de grandes científicos e instituciones de referencia en el país. “Se conoce poco sobre este aspecto, pero el Instituto Leloir ha sido ‘madre’ de muchas otras instituciones”, aseguró Parodi, quien añadió: “Estos son momentos inciertos para la ciencia en Argentina, pero creo que gran parte de la población considera que es fundamental que la educación sea pública y gratuita y eso me da esperanza de que vamos a salir adelante”. Y para terminar citó la frase que se le adjudica al ex decano de la Universidad de Harvard, Derek Bok: “Si cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”.

Capdevila coincidió con Parodi y al respecto resaltó: “Que hoy haya aquí personas e instituciones apostando a los científicos jóvenes es algo muy valioso y les agradezco mucho su presencia y espero que contemos con ustedes en los próximos años. La ciencia es un fenómeno colectivo en el que participan no sólo los científicos sino también los comunicadores, los educadores, las instituciones públicas y también las instituciones privadas”. Luego, emocionada, agradeció a su familia “por incentivarla siempre a soñar en grande”, a sus amigos, a sus mentores y a su equipo de trabajo. “Trabajar con ustedes es lo más lindo de hacer ciencia acá.  Gracias, esto recién empieza”, concluyó.

Armando Parodi, ex becario de Leloir, contó la historia de la FIL como semillero de otras instituciones científicas del país.

 

 

 

 

 

 

 

 

El Premio Fima Leloir se otorga cada dos años a científicos cuyo título de doctor tenga menos de 10 años de antigüedad a la fecha de cierre de la convocatoria. Los ganadores de las ediciones anteriores fueron fueron Emilio Kropff (FIL), Federico Ariel (Instituto de Agrobiotecnología del Litoral) y Ezequiel Petrillo (IFYBINE).

En esta oportunidad, Capdevila ganó por el voto unánime de los cinco miembros del jurado: Gabriela Pagnussat (Instituto de Investigaciones Biológicas – CONICET, Mar del Plata); Gustavo Parisi (Universidad Nacional de Quilmes); Luis Mayorga (Instituto de Histología y Embriología de Mendoza Dr. Mario H. Burgos); Ana Belén Elgoyhen (Instituto de Genética y Biología Molecular-INGEBI); y Pablo Wappner (FIL).

 

Foto de apertura:

(de izq. a der.) Amelia Leloir, hija del ganador del Premio Nobel de Química; Matías Capella, Daiana Capdevila y Luis Ibarra, los galardonados de la noche; y Josefina “Fima” Leloir, impulsora del premio que lleva su nombre.