Produce una enfermedad, ectima contagioso, que afecta principalmente a ovejas y cabras. El estudio del INTA podría sentar las bases para el desarrollo de vacunas y medicamentos que la prevengan o curen.
(08/04/2015 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Por primera vez en la Argentina, científicos del INTA descifraron la información genética de un virus que afecta principalmente a ovinos y caprinos, y en raros casos a humanos. El estudio podría facilitar nuevas estrategias de diagnóstico y tratamiento.
Se trata de virus Orf, agente causal del ectima contagioso o “boquera”, una enfermedad de amplia distribución mundial que produce características llagas y lesiones costrosas en mucosas y piel de áreas sensibles, como labios, narices, ubres y pezuñas. Aunque su mortalidad es muy baja (menos del 5%), impide que los animales se alimenten normalmente y por ende produce pérdidas productivas importantes.
En Estados Unidos se secuenció el genoma de cepas de ese virus, pero como en cada región pueden tener identidades diferentes, los científicos del INTA decidieron hacer lo propio a raíz de dos brotes que ocurrieron en Argentina en 1997 y 2013.
“Secuenciamos 5 genes, dos de los cuales resultaron ser importantes para clasificar la identidad del virus que circuló en nuestro país”, destacó a la Agencia CyTA la autora principal del estudio, la doctora Andrea Peralta, investigadora del CONICET en el Instituto de Biotecnología del INTA.
“Conocer la variabilidad genética del virus es útil para desarrollar estrategias de control y prevención de la enfermedad”, añadió.
En el trabajo, publicado en la revista científica “Virus Genes”, también participaron el doctor Carlos Robles, el veterinario Agustín Martínez y la doctora Lucía Álvarez, de la Estación Experimental Agropecuaria de Bariloche; el doctor Alejandro Valera, de la Universidad Nacional de La Plata; y los doctores Gabriela Calamante y Guido Konig (también investigador del CONICET), del Instituto de Biotecnología del INTA.
El virus analizado por los investigadores argentinos afecta principalmente a ovejas y cabras. Su estudio podría ayudar a desarrollar vacunas y medicamentos.
Créditos: Grupo del Doctor Carlos Robles / INTA