A dos semanas del Día Internacional de Concientización sobre el Ruido, que se celebra el 29 de abril, el investigador de la Universidad Tecnológica Nacional Mario René Serra alerta sobre el impacto de la contaminación sonora. “Los individuos expuestos desarrollan desde pérdidas auditivas hasta estrés, ansiedad, conductas no amigables y menor solidaridad”, dice.

(14/04/2015 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller)-. Los núcleos urbanos se han transformado en un progresivo “caos de ruido” y su impacto es tan grande que desde hace más de veinte años se instituyó el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido (este año será el miércoles 29 de abril). En una entrevista con la Agencia CyTA-Leloir, el doctor Mario René Serra, del Centro de Investigación y Transferencia en Acústica (CINTRA), una unidad asociada del CONICET con sede en la Facultad Regional Córdoba de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), alerta sobre el impacto sobre la salud de la contaminación sonora y sostiene que “la problemática del ruido constituye, en última instancia, un problema cultural”.

¿Cuáles son las principales fuentes de los altos niveles de contaminación sonora?

Serra: El incremento exponencial del tránsito automotor, la presencia de vehículos mal silenciados, el uso indiscriminado de bocinas y la mala planificación del flujo vehicular, a lo que se suman propalaciones callejeras, alarmas y sirenas.

¿Qué impacto tiene esa contaminación en las personas?

Serra: La exposición continuada a estos ambientes urbanos genera en los individuos reacciones  de estrés, nerviosismo, agresividad, ansiedad, conductas no amigables y hasta menor solidaridad. Por otra parte, también se comprobó que ese entorno produce una pérdida auditiva, de 5 a 10 decibeles, denominada “socioacusia”.

La revista “Noise & Health” publicó un trabajo suyo y de colegas que demostró la presencia de problemas auditivos de distinto grado en dos tercios de 172 adolescentes de 14 y 15 años evaluados en la ciudad de Córdoba. ¿Cuáles son las causas principales?

Serra: Dentro de las actividades de recreación que caracteriza a los adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes debe mencionarse a los equipos personales de música, como mp3, iPods y celulares. El problema es que los usan indiscriminadamente en ambientes inadecuados, como calles céntricas, medios de transporte o gimnasios, que obligan a incrementar el nivel sonoro del programa seleccionado sobre el ruido ambiente que los rodea. En este aspecto, a nivel internacional se está en tratativas para que las empresas fabricantes de estos equipos limiten sus máximos niveles sonoros mediante dispositivos inteligentes.

¿Qué otros factores se suman?

Serra: Además, cerca del 40 por ciento de esos mismos jóvenes están también expuestos a niveles excesivos de ruido en discotecas, bares y eventos deportivos. Los asistentes a estos lugares reciben en una sola noche de esparcimiento una inmisión sonora superior a toda una semana laboral o mayor aún de la de un operario de una industria ruidosa.

¿Cuál es el camino del cambio?

Serra: La problemática del ruido constituye, en última instancia, un problema cultural. Lograr una toma de conciencia de sus efectos sobre la salud, el bienestar y la calidad de vida de los individuos puede llevar quizás algunas generaciones. La prevención debe comenzar en la niñez, a nivel preescolar. Para abordar exhaustivamente el problema es necesaria la aplicación conjunta de medidas preventivas y métodos de acción directa contra el ruido.

FOTO RUIDO

En una discoteca la inmisión sonora de una noche puede ser superior a toda una semana laboral o mayor aún de la de un operario de una industria ruidosa.