Un curso de capacitación a profesionales de la salud redujo el 30 por ciento la mortalidad de los recién nacidos. El estudio fue realizado en seis países, incluida la Argentina, y fue coordinado por expertos argentinos.
(15/03/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. El 98 por ciento de las muertes de bebés recién nacidos, que ascienden a 7 millones al año a nivel mundial, se producen en países en desarrollo. “La principales dos causas son la prematurez y la llamada asfixia en el momento del parto”, indicó a la Agencia CyTA el doctor Edgardo Szyld, director de Fundasamin-Fundación para la Salud Materno Infantil, con sede en Buenos Aires.
Precisamente, un estudio publicado en la edición del 18 de febrero del presente año de la revista The New England Journal of Medicine, reveló que un simple programa de formación básica en cuidados del recién nacido reduciría en casi una tercera parte las tasas de mortalidad de bebés a nivel mundial. La investigación fue realizada por la Red Global de Investigación para la Salud de la Madre y el Niño (patrocinada por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos), y coordinado en Argentina por el doctor Fernando Althabe, director del departamento de Madre y Niño del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) y el doctor Szyld.
De acuerdo con el doctor Szyld, que se desempeñó como coordinador del Programa de Reanimación de la Sociedad Argentina de Pediatría por más de diez años, “tanto la asfixia en el momento del parto como la prematurez, pueden o no ser manejables para salvar al bebé dependiendo de una serie de factores. Algunos de éstos son inherentes a las condiciones médicas que causan la asfixia o la prematurez y anteceden al nacimiento del niño. También puede tratarse de condiciones de salud de la madre o de complicaciones durante el embarazo. Una vez que el niño nace, la asfixia en el momento del parto genera la necesidad de reanimación del recién nacido.”
Existe un organismo científico internacional, el Comité Internacional de Coordinación sobre Resucitación, que realiza periódicamente una revisión sistemática de los estudios sobre los cuidados y atención de los recién nacidos.
“De este análisis surgen recomendaciones que cada país o región toma para elaborar sus propias guías de atención. En el caso de Argentina, la Sociedad Argentina de Pediatría ha adoptado el programa de reanimación neonatal de la Academia de Pediratría (AAP)-EE.UU.”, destacó doctor Szyld.
Estudio internacional
En el estudio publicado en The New England Journal of Medicine se monitoreó un total de 120 mil nacimientos en 6 países: Argentina, Guatemala, República Democrática del Congo, Paquistán, India y Zambia.
“Se capacitó a médicos, parteras, enfermeras y agentes sanitarios en 96 hospitales y también a agentes de comunidades rurales de esos seis países”, indicó el doctor Althabe. Y continuó: “La capacitación duró cuatro días y se les enseñó a aplicar una serie de cuidados para los bebés desde su nacimiento hasta la primera semana de vida.”
Los temas sobre los que se trabajó en la capacitación de los agentes de salud son los denominados Cuidados Esenciales del Neonato de la Organización Mundial de la Salud.
Según explicó Szyld, algunos de esos cuidados incluyen la atención de rutina del recién nacido, la iniciación de la ventilación, la regulación de la temperatura corporal, la lactancia materna temprana y exclusiva, el contacto piel a piel entre la madre y su recién nacido, los cuidados especiales que requieren los bebés pequeños, el reconocimiento de signos de alarma y el reconocimiento y manejo inicial de complicaciones.”
Asimismo, durante el estudio los agentes de salud de la comunidad enseñaron a las madres cómo implementar estos cuidados una vez que el niño está en el hogar.
En la Argentina
Los instructores del estudio publicado brindaron entrenamiento a 550 profesionales de la salud de las provincias de Santiago del Estero y de Corrientes y evaluaron cerca de 8 mil nacimientos.
“Las principales causas de mortalidad perinatal en nuestro país son la asfixia y el bajo peso al nacer”, señaló el doctor Szyld. Y continuó: “La asfixia puede estar relacionada con algunas complicaciones del embarazo como la hipertensión materna, entre otros factores, o con problemas inherentes al momento del nacimiento, como el trabajo de parto muy prolongado, por ejemplo. El bajo peso al nacer puede deberse a que el niño presentó un retraso del crecimiento durante el embarazo o, que sea un niño prematuro.”
“Las medidas que deberían recomendarse comienzan antes del embarazo e incluyen el cuidado de la salud (en especial de la nutrición) de las mujeres en edad fértil y el espaciamiento entre los embarazos”, indicó el doctor Szyld quien en la actualidad es integrante de la Sociedad Norteamericana de Investigación Pediátrica. Y agregó: “Es preciso realizar un control adecuado y periódico del embarazo que permita detectar y tratar las patologías que puedan presentarse durante el mismo. También es recomendable la regionalización de los servicios de salud de modo de poder derivar a centros de mayor nivel de complejidad de la atención a aquellos casos que pueden considerarse de riesgo desde antes del momento del nacimiento, y la capacitación en reanimación básica de todos los profesionales de la salud o agentes de la comunidad que atienden a los niños en el momento de su nacimiento.”
El tratamiento adecuado de los niños prematuros luego del nacimiento requiere no solo de un equipo de neonatólogos y enfermeras capacitados, “sino además que estén disponibles en numero suficiente. Esto es, en muchos casos, lo que falta en centros de nuestro país”, coincidieron los doctores Althabe y Szyld quienes consideraron que los resultados de la investigación realizada en la Argentina, y en los otros cinco países, son alentadores.
El doctor Edgardo Szyld, director de Fundasamin-Fundación para la Salud Materno Infantil, en un curso de capacitación a profesionales de la salud en Santiago
del Estero.
Créditos: IECS