Tras analizar ADN extraído de fósiles hallados en una cueva, un equipo internacional de investigadores, con participación argentina, realizaron un hallazgo que cambia la visión del árbol evolutivo de esos mamíferos.
(16/05/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. ¿Cuál es el verdadero origen del oso grizzli que ataca a Leonardo Di Caprio en la película “El renacido”? Un hallazgo de un equipo internacional de investigadores, con participación argentina, reformula la visión de los paleontólogos sobre la evolución de un mamífero que ocupa un lugar importante no sólo en los ecosistemas, sino también en leyendas, cuentos populares y en el séptimo arte.
“Nuestra investigación modificó parte del esquema del árbol evolutivo de los osos que habitan el continente americano”, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir uno de los autores del descubrimiento, el doctor Francisco Prevosti, director del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica de La Rioja (CRILAR), en La Rioja.
Se pensaba que dos grupos de osos, uno localizado en América del Norte (Arctodus) y otro en América del Sur (Arctotherium), estaban estrechamente emparentados. “Esto se basaba en la anatomía del cráneo y los dientes, lo cual también indicaba que incluían especies que podían pesar más de una tonelada y con hábitos alimentarios más carnívoros y carroñeros que la mayoría de los osos actuales”, explicó Prevosti.
Pero gracias al avance de las técnicas de análisis genético, los científicos accedieron a información novedosa que cambió la versión oficial: en realidad, los grandes osos carroñeros se originaron de manera independiente en América del Norte y del Sur. Para llegar a esa conclusión, analizaron el ADN mitocondrial (que se hereda por la línea materna) de restos fosilizados del fémur de un oso que vivió hace 10.000 años y que fue hallado en una cueva en Chile en el campo de lava de Pali Aike, muy cerca de la frontera con Santa Cruz. También realizaron estudios comparativos.
Asimismo, Prevosti y sus colegas lograron establecer por primera vez que el actual oso de anteojos (Tremarctos ornatus), que hoy habita la región andina desde Venezuela hasta el noroeste argentino, está más estrechamente emparentado con el gran oso extinto de América del Sur. “Si bien este mamífero también come carne, en su dieta incluye una importante proporción de material vegetal”, afirmó Prevosti, quien también es investigador del CONICET.
El trabajo, publicado en la revista científica “Biology Letters”, también lo firman Kieren J. Mitchell, Sarah C. Bray, Pere Bover, Jeremy J. Austin y Alan Cooper, de la Universidad de Adelaida, en Australia, Leopoldo Leopoldo Soibelzon, del Museo de La Plata- CONICET, Blaine W. Schubert, de la East Tennessee State University, en Estados Unidos, y Alfredo Prieto y Fabiana Martin, de la Universidad de Magallanes, Chile.
Para replantear el esquema evolutivo de los osos americanos los científicos analizaron muchos fósiles de diferentes períodos.
Créditos: Gentileza del Dr. Francisco Prevosti