El hallazgo de las científicas argentinas podría habilitar, en el futuro, el desarrollo de potenciales estrategias terapéuticas contra diferentes desórdenes psiquiátricos.
(31/10/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Un trabajo liderado por científicas argentinas logró ampliar el conocimiento sobre la acción de una hormona asociada al estrés.
En el desarrollo de los desórdenes psiquiátricos vinculados al estrés, como la depresión o la ansiedad, se manifiesta un funcionamiento alterado de la hormona liberadora de la corticotropina (CRH) y su receptor CRHR1 en regiones específicas del sistema nervioso central, como el hipocampo.
Ahora científicas del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA) – dependiente del CONICET asociado a la Sociedad Max Planck de Alemania – pudieron identificar nuevos mecanismos de eventos moleculares que ocurren al interior de las neuronas del hipocampo gatillados por la acción de CRH. “La unión de CRH en la superficie de la célula genera una red de señales en el interior celular que incluyen el aumento en la concentración de AMP cíclico, una molécula pequeña que regula muchos procesos celulares como por ejemplo, la proliferación de las células, su morfología, y- en particular en las neuronas -la fuerza de la conexión que establecen entre ellas”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir, la directora del estudio, la doctora Susana Silberstein, jefa del grupo de investigación “Señalización celular mediada por CRH en el sistema nervioso central” en el IBioBA.
Y agregó que el avance descripto – en la revista “The Journal of Cell Biology” – se enmarca en el objetivo de su grupo que es “comprender a fondo los mecanismos biológicos de esa hormona a nivel celular, ya que es información imprescindible para diseñar estrategias terapéuticas contra diferentes desórdenes psiquiátricos”.
En este trabajo, el grupo de Silberstein realizó estudios en líneas celulares derivadas del hipocampo y de la hipófisis de ratón. Combinando el empleo de herramientas clásicas de biología molecular y celular, tratamientos genéticos y farmacológicos, y métodos basados en la visualización o imaging que permiten estudiar a nivel de célula única y con mayor resolución temporal y espacial, “demostramos que además de las proteínas adenilil ciclasas transmembrana (tmACs), existe una fuente atípica de AMP cíclico, la adenilil ciclasa soluble (sAC), complementaria a las fuentes tradicionales que se activa en respuesta a CRH”, explicó la primera autora del trabajo, la bióloga Carolina Inda, estudiante de Doctorado en el grupo de Silberstein.
Los cambios en los niveles intracelulares de AMP cíclico detienen o promueven cascadas de señalización que son fundamentales para el correcto funcionamiento de la célula, y que se propone que estarían alteradas en estadíos patológicos. “Para el receptor de CRH mostramos que, aunque es la misma molécula, el AMP cíclico cumple distintas funciones según cuál sea la fuente de origen, las proteína tmACs o la sAC”, indicó Inda.
Las investigadoras también mostraron que en neuronas el receptor CRHR1 continúa señalizando una vez que se internaliza, es decir, luego de dejar la superficie celular y localizarse en el interior. “Estos hallazgos apoyan un cambio de paradigma que se está dando actualmente y que reemplaza la visión de que sólo es relevante lo que ocurre a nivel de la membrana plasmática para este tipo de receptores”, subrayó Inda.
“Teniendo en cuenta la necesidad de desarrollar nuevos fármacos para tratar las patologías ligadas a estrés, un mayor conocimiento de la acción de CRH sobre las células del sistema nervioso es crítico”, indicó Silberstein.
Del trabajo también participaron Paula dos Santos Claro, Juan José Bonfiglio y Sergio Senin, también del IBioBA, y Giuseppina Maccarrone y Christoph Turck, del Instituto Max Planck de Psiquiatría, en Munich, Alemania.