El dispositivo elaborado por investigadores de la Universidad Nacional de San Luis mejora el rendimiento y elimina el 100% de los microorganismos patógenos retenidos.
(07/12/2016 – Agencia CyTA-Leloir)-. La mayoría de los purificadores de agua comerciales no logran eludir una contradicción fundamental: aunque retienen materia orgánica e inorgánica, se transforman también en un buen soporte para la proliferación microbiana. Ahora, científicos de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) desarrollaron un filtro bactericida que resuelve ese problema.
“Nuestros filtros retuvieron el 100% de los microorganismos patógenos ensayados, y además los eliminaron, lo que no ocurrió con aquellos retenidos en el filtro común de nitrocelulosa”, indicaron a la Agencia CyTA-Leloir los investigadores Jorge Fernández, Cesar Almeida y María Isabel Sanz, del Instituto de Química San Luis (INQUISAL) de la UNSL.
Para conseguir ese resultado, el equipo liderado por la doctora Sanz impregnó el filtro con nanopartículas de plata que eliminan el material contaminante retenido y “sanitizan” el agua, esto es, reducen el número de microorganismos a un nivel seguro.
En el estudio, los microorganismos que se ensayaron fueron algunos de los más usuales hallados en aguas contaminadas: Escherichia coli, Enterococcus faecalis y Pseudomona aeruginosa
Con ayuda de levaduras
Los investigadores del Laboratorio de Microbiología Industrial usaron dos levaduras para producir las nanopartículas de plata, de alta actividad antibacteriana. Y a diferencia de las obtenidas por síntesis química, tienen una capa de moléculas que las rodea (proteínas y carbohidratos) que les permiten adherirse con mucha fuerza a la matriz de nitrocelulosa del filtro, explicó Sanz. De este modo, se impide que sean arrastradas por el agua y alcancen niveles que pudieran resultar tóxicos.
Los resultados fueron descritos en la revista científica “Talanta”. “Sería importante probar este desarrollo a una escala mayor y determinar su eficacia y seguridad”, subrayó Sanz. Del estudio también participaron los doctores Martín Fernández-Baldo, Emiliano Felici y Julio Raba, también investigadores del CONICET en la UNSL.