Los investigadores de la UBA y del CONICET facilitaron la articulación del sistema de atención primaria, los hospitales locales y las autoridades sanitarias para diagnosticar y medicar a casi un centenar de menores de 18 años de 13 pueblos rurales de Pampa del Indio, en Chaco.
(07/04/2017 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Mediante la implementación de una estrategia coordinada innovadora es posible que los niños y adolescentes marginalizados de áreas rurales que tienen la enfermedad de Chagas puedan acceder a un tratamiento y mejorar así su calidad de vida. Así lo demostró un estudio en el Chaco liderado por científicos del CONICET y de la UBA, que se describe en detalle en la revista internacional Plos Neglected Tropical Diseases.
“La innovación consistió en poner en juego y articular al sistema de atención primaria de la salud en áreas rurales; el hospital local, que carece de medios de movilidad para hacer intervenciones en el área rural; y los infectados, que no saben que lo están ni que tienen posibilidad de acceder al tratamiento que existe desde hace casi 50 años”, indicó el líder del trabajo, el doctor Ricardo Gürtler, jefe del Laboratorio de Eco-Epidemiología del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA) que depende de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del CONICET.
Con la participación de especialistas de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia del Chaco, del Programa Nacional de Chagas del Ministerio de Salud de la Nación, del Hospital Santojanni y del Instituto Nacional de Parasitología “Dr. M. Fatala Chaben” del ANLIS C.G. Malbran, los científicos del IEGEBA realizaron una experiencia alentadora en 13 pueblos rurales de Pampa del Indio, a casi 200 km de la capital provincial, Resistencia.
Mediante análisis de sangre, observaron que el 24% de los 395 residentes menores de 18 años tenían el parásito de la enfermedad de Chagas, Trypanosoma cruzi. Este patógeno induce enfermedades cardíacas y digestivas y reduce la esperanza de vida en aproximadamente un 30 a 40% si los pacientes no son tratados.
Empleando una estrategia adaptada a las realidades locales y a una estrecha participación de las comunidades afectadas, Gürtler y sus colegas diseñaron el sistema y actuaron como sus facilitadores y articuladores. “Los actores de la salud, de la educación y del municipio contribuyeron a que los pacientes adhiriesen a la toma de las pastillas parasiticidas durante 60 días, y se encargaron de manejar los efectos adversos de la medicación”, indicó. Y agregó: “Los resultados preliminares indican que el tratamiento de 60 días tuvo eficaz acción parasiticida hasta 6 meses después de realizado”.
De acuerdo a Gürtler, es éticamente imperativo corregir las inequidades en el acceso a los servicios de salud. “Un mito que hay que desterrar es que el tratamiento de los jóvenes con Chagas presenta complejidades que no puede abordar un médico clínico debidamente capacitado. Nuestro estudio lo demuestra. Es urgente implementar en profundidad el acceso al diagnóstico y tratamiento de las poblaciones rurales marginalizadas de nuestro país y de la región. Resulta preocupante que menos del 1% de los pacientes infectados accedan a los dos fármacos parasiticidas disponibles en el mercado”, enfatizó.
Del estudio también participaron las doctoras Paula Sartor, Ivana Colaianni y María Victoria Cardinal, del grupo de Gürtler; la doctora Jacqueline Bua, del Instituto Fatala Chaben; y el doctor Héctor Freilij, del Programa Nacional de Chagas del Ministerio de Salud de la Nación.