Así lo indica el doctor Alan Talevi, investigador del CONICET y ganador del Premio a Labor Científica Tecnológica de la Universidad Nacional de La Plata 2016. Uno de cada tres pacientes no consigue controlar las crisis epilépticas con los fármacos actuales.
(16/06/2017 -Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Uno de cada tres pacientes no consigue controlar las crisis epilépticas con los medicamentos existentes, por lo que se requiere abordar nuevos paradigmas para el descubrimiento de fármacos innovadores para esa condición. Así lo indicó el doctor Alan Talevi, investigador del CONICET del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
“Si comparamos con otras enfermedades de alta complejidad, tales como el cáncer o los desórdenes neurodegenerativos, en el campo de la epilepsia nos hemos quedado algo rezagados [en el desarrollo de nuevos fármacos]”, dijo Talevi, quien integra el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Bioactivos (LIDeB) de la UNLP y ganó el Premio a la Labor Científica Tecnológica UNLP 2016 en la Categoría Joven Investigador.
De acuerdo a un artículo publicado en la revista “Expert Opinion on Drug Discovery”, Talevi planteó que sería necesario usar más herramientas como la biología de sistemas, la nanotecnología y, también, los métodos asistidos por computadora.
En esta búsqueda, los modelos computacionales puede ser una potente herramienta para diseñar fármacos más eficaces. “Los modelos que simulan las interacciones entre proteínas (que cumplen un papel regulador en la epilepsia) y drogas experimentales pueden generar importantes avances”, subrayó Talevi, quien también es profesor adjunto de Biofarmacia en la UNLP.
La epilepsia tiene su origen en la predisposición de una persona a sufrir crisis, normalmente convulsiones, debido a actividad eléctrica anormal en el cerebro. Esta actividad eléctrica excesiva puede tener distintas causas, desde lesiones cerebrales hasta causas genéticas.
“Sin embargo, desde hace unos años comenzamos a comprender que la enfermedad es mucho más compleja e involucraría un círculo vicioso: la crisis convulsiva exacerba el daño cerebral y produce además eventos inflamatorios que a su vez predisponen a sufrir nuevas crisis. Por eso es tan importante conseguir que el paciente deje de sufrir convulsiones”, indicó Talevi.
Una posibilidad para desarrollar nuevas drogas contra la epilepsia sería elegir proteínas cuya regulación impida el desarrollo de la crisis. “Sin embargo, también podríamos pensar en otros blancos moleculares hasta ahora menos explorados, tales como las proteínas involucradas en el proceso inflamatorio. O drogas con capacidad neuroprotectora que reduzcan el daño provocado por las crisis”, puntualizó Talevi.
Para el investigador platense, las enfermedades complejas requieren de soluciones complejas. “Es posible que el paciente con epilepsia se beneficie de un abordaje que, además del tratamiento adecuado, incluya terapias o actividades complementarias tales como el ejercicio físico, yoga, dieta saludable, así como también contención o acompañamiento psicológico”, indicó.