Alcanza con la transferencia de tres piojos hembras en menos de cinco días para diseminar casos severos de pediculosis en un aula, según concluyó un equipo multidisciplinario de científicos que desarrolló un modelo matemático a partir de datos epidemiológicos.

(Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Las infestaciones severas por piojos en un aula de escuela pueden originarse de una sola cabeza afectada en un breve período de tiempo, lo que confirma el rol clave que pueden jugar los llamados chicos “dispersores” o “superspreaders” (“superdiseminadores”) en su propagación.

Así lo alertó un equipo multidisciplinario de científicos argentinos, quienes analizaron las cabezas de alrededor de 250 escolares y usaron un modelo matemático de poblaciones de piojos y argumentos probabilísticos simples para inferir la evolución de las infestaciones observadas en cada chico.

“Los chicos ‘dispersores de piojos’ cumplen un rol vital en la permanencia y dispersión de piojos dentro del grado del colegio, por lo que resulta fundamental detectar estos casos a fin de evitar una infestación en los compañeros”, destacó a la Agencia CyTA-Leloir el director del estudio, el doctor Ariel Toloza, investigador del Centro de Investigaciones en Plagas e Insecticidas (CIPEIN), situado en  Buenos Aires y dependiente del CONICET y de la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa.

Tal como se describe en la revista “Journal of Medical Entomology”, las evidencias experimentales y los análisis matemáticos realizados por los científicos argentinos revelaron que las infestaciones severas no necesariamente tienen que ser muy “antiguas”, y que es muy probable que se hayan producido por la transferencia de al menos tres piojos hembras en un período corto de tiempo menor a cinco días.

“Esto hace pensar que el origen probable de estas hembras es una sola cabeza, que a su vez también tiene que haber tenido una infestación severa”, indicaron otros dos autores del estudio: los doctores Sebastián Risau-Gusman y María Fabiana Laguna, investigadores del Grupo de Física Estadística e interdisciplinaria del Centro Atómico Bariloche (CAB) y del CONICET.

Los resultados del trabajo permiten asegurar que sería efectivo implementar programas de control de pediculosis en los colegios, del tipo sistemático o programado. “Esto implica que los padres puedan implementar un tratamiento coordinado en un mismo fin de semana por mes y hacer la revisación y control de la pediculosis con el peine fino y/o pediculicidas recomendados”, afirmó Toloza, quien también es investigador del CONICET. Con estas medidas, dijo, los niveles de infestación se reducirían bastante y se mantendría un bajo número de piojos dentro de un grado.

Asimismo en un trabajo previo, realizado por Risau-Gusman y Laguna y en el que también se aplicaron modelos matemáticos, se demostró que la prevalencia de piojos puede disminuir de manera notable si el mismo tratamiento coordinado se efectúa durante tres fines de semana seguidos.

 

El director del estudio, el doctor Ariel Toloza, investigador del Centro de Investigaciones en Plagas e Insecticidas (CIPEIN)y  de la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa.

 Sebastián Risau-Gusman y María Fabiana Laguna, investigadores del Centro Atómico Bariloche (CAB) y del CONICET, desarrollaron el modelo matemático.

El estudio argentino mostró que la transferencia de tres piojos hembras en menos de cinco días es suficiente para diseminar casos severos de pediculosis en un aula.