El estudio internacional, que contó con participación argentina, combinó experimentos de laboratorio y análisis de biopsias de pacientes.
(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Incrementar la actividad de una proteína que se encuentra presente normalmente en la tiroides podría ser útil para frenar la multiplicación de células cancerosas en esa glándula del cuello que es fundamental para la producción de hormonas que controlan el metabolismo del cuerpo. Así lo revela un estudio internacional que cuenta con participación de científicos argentinos.
El hallazgo “podría tener aplicaciones terapéuticas en el futuro”, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir, uno de los autores del trabajo el doctor Fernando Alsina, quien realizó su doctorado como becario del CONICET en el grupo del doctor Gustavo Paratcha en el Instituto de Biología Celular y Neurociencia “Profesor Eduardo de Robertis” (IBCN), que depende del CONICET y de la UBA.
Los investigadores de Argentina, Holanda y Suecia identificaron que la proteína LRIG1 es capaz de unirse a versiones cancerígenas de una proteína llamada RET, responsables del carcinoma medular tiroideo, y disminuir así su actividad oncogénica. Este tipo de tumor constituye el 1% al 2% de los cánceres de tiroides.
“El conocimiento obtenido en este estudio sugiere que LRIG1 es un supresor de tumores tiroideos. En un futuro, podría utilizarse esta proteína, o parte de esta proteína, para interrumpir la actividad oncogénica del cáncer en combinación con otras terapias”, indicó Alsina, para quien un enfoque terapéutico alternativo podría consistir en potenciar la acción de esas moléculas proteicas dentro de las células cancerígenas.
Para llegar a esa conclusión, Alsina y sus colegas realizaron experimentos in vitro: introdujeron la proteína LRIG1 y versiones oncogénicas de RET en células que normalmente carecen de estas proteínas. Y luego de realizar análisis bioquímicos y moleculares descubrieron su capacidad de inhibir la actividad tumoral de esas versiones oncogénicas de RET.
El primer autor del trabajo, el doctor David Lindquist, integrante del laboratorio del doctor Håkan Hedman en la Universidad de Umeå, en Suecia, analizó biopsias de pacientes con carcinoma tiroideo. “Los estudios demostraron que estos pacientes tienen bajos niveles de LRIG1 en las células tumorales. Estos resultados refuerzan el rol de esta proteína identificado en los experimentos de laboratorio”, puntualizó Alsina, quien en la actualidad realiza su posdoctorado en la Universidad de Duke, en Estados Unidos.
“Es necesario profundizar estos estudios y realizar estos experimentos en condiciones más complejas y fisiológicas (es decir, dentro del cuerpo)”, afirmó el científico argentino.
El estudio fue publicado en la revista “International Journal of Oncology”. Y también participaron el doctor Paratcha; Carl Herdenberg y Roger Henriksson, de la Universidad de Umeå; Catharina Larsson y Na Wang, del Instituto Karolinska, en Suecia; Jo Höppener, del Centro Médico de la Universidad de Utrech, en Holanda; y Miklós Tarján y Tibor Tot, del Hospital Falun, en Suecia.