(7/08/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir-Por María Cristina Chaler) – La materia de nuestro planeta esta formada por la combinación de 92 elementos químicos. Estos elementos (átomos) se diferencian entre sí tan sólo por las cargas eléctricas que lo componen y constituyen la unidad fundamental, ya que combinados forman distintas moléculas que poseen variadas propiedades y se presentan como sustancias diferentes.
Esencialmente, el átomo (partícula fundamental de la materia) posee un núcleo compuesto por protones (cargas positivas) y neutrones (partículas neutras). Alrededor de ese núcleo se encuentran girando los electrones (partículas negativas) y como la materia es esencialmente neutra, habrá tantos electrones como protones.
El número de protones que posee el núcleo es lo que determina el tipo de átomo, por ejemplo, la diferencia entre el oro y el plomo se debe a que el primero posee 79 protones en su núcleo mientras que el plomo posee 82. Esa pequeña diferencias de 3 (tres) cargas positivas hace que el plomo y el oro sean tan diferentes.
Igualmente, el carbono (lo conocemos como carbón) tiene 6 (seis) protones en su núcleo, mientras que el oxigeno que respiramos, indispensable para nuestra vida, posee 8 (ocho) protones. Sólo dos cargas eléctricas positivas generan la enorme diferencia entre estos elementos. Con uno de ellos preparamos nuestro asado dominguero, el otro nos resulta indispensable para respirar.
También nos sorprenderían las relaciones de tamaño y de masa. El núcleo del átomo es el único que posee masa, es decir, que tiene peso, y éste en relación con el tamaño atómico es 1840 veces menor. Dibujemos un punto de 1cm de diámetro dentro de una enorme esfera de 18 metros y medio y eso nos da la idea de la relación de tamaño entre el núcleo y el átomo. Lo único que pesa, es decir, que posee materia, es ese núcleo, el resto de la esfera es espacio vació en donde se encuentran girando los electrones (energía eléctrica negativa), que compensan la carga positiva nuclear. Vale decir que el átomo prácticamente es espacio vació.
Si pudiésemos condensar a un ser humano en sus núcleos (única materia) tendríamos un cubito de aproximadamente 1cm de lado con el peso que esa persona tenia antes de ser comprimido. Por lo tanto, no somos tan materiales como parecemos. Podríamos agregar que como la materia puede ser transformada en energía – (E = m .c2) Ecuación de Einsten – ese cubito podría desaparecer generando una enorme cantidad d energía nuclear.
Por lo tanto, es momento de preguntarse: ¿Existe realmente la materia tal como nuestros sentidos la conciben?
En realidad, la materia en una condensación energética de electricidad combinada de manera tal que ofrece infinita variedad de representaciones a nuestros sentidos, dándonos idea de una diversidad que existe, pero no es tal. Lo que realmente podemos afirmar es que se trata de una maravillosa combinación de solo 92 átomos, que conforman la totalidad del universo que nos rodea.
Pensemos que los átomos se combinan entre sí formando moléculas diferentes, con propiedades físicas y químicas variadas, de modo que forman la materia de un árbol, una roca, una flor, el aire que respiramos y la naturaleza completa y compleja.
Complejidad que en realidad no es tal, porque simplemente varían las combinaciones eléctricas que nos componen a todos y cada uno de los integrantes del ecosistema.