En estudios de laboratorio, científicos españoles y argentinos descubrieron que una proteína que está asociada al Alzheimer reduce la agresividad del glioma y aumenta su sensibilidad a la quimioterapia.
(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Un equipo de investigadores integrado por españoles y argentinos descubrió “un freno interno” en gliomas, tumores agresivos que se desarrollan en el cerebro y que suelen abordarse con radioterapia, quimioterapia y cirugía.
“En estudios de laboratorio, comprobamos que si aumentamos la actividad de ese ‘freno interno’ disminuye la agresividad del glioma y aumenta su sensibilidad a la quimioterapia. Estos resultados abren caminos para el desarrollo de nuevos tratamientos”, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir la directora del estudio, Pilar Sánchez Gómez, quien lidera la Unidad de Neurooncología del Instituto de Salud Carlos III-UFIEC, en Madrid.
Los gliomas que expresan mutaciones en el gen IDH 1 tienen un mejor pronóstico y la sobrevida de los pacientes es entre 7 y 10 años, a diferencia de otros cuya sobrevida ronda los 15 meses.
Del trabajo participaron dos científicos argentinos: el biotecnólogo graduado en la Universidad Nacional de Quilmes Ricardo Gargini, primer autor del estudio e integrante del grupo de Sánchez Gómez en Madrid; y la doctora en bioquímica María Castro, quien dirige un laboratorio en la Universidad de Michigan, Estados Unidos. Los investigadores realizaron estudios en modelos de ratones y tejidos de tumores cerebrales humanos, y descubrieron el aumento de una proteína TAU en las células de glioma con mutaciones en el gen IDH, es decir, en los pacientes con mejor pronóstico.
Estudios previos han revelado que alteraciones en la proteína TAU están relacionadas con algunas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. “Para nuestra sorpresa, observamos que la presencia de TAU actúa en el glioma como un freno para la formación de nuevos vasos sanguíneos, proceso que se conoce como angiogénesis. De esta manera, se limita la entrada de oxígeno y nutrientes al tumor y se vuelve menos agresivo”, explicó Castro, quien también es profesora de Neurocirugía y de Biología Celular y del Desarrollo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
Los autores del estudio, publicado en la revista “Science Translational Medicine”, incrementaron la presencia de la proteína TAU en células de glioma de ratón y humanas. Y comprobaron que la inhibición de la angiogénesis disminuyó la agresividad de ese tumor y, por lo tanto, lo hizo más sensible o vulnerable al embate de la quimioterapia.
“A nivel de terapia, podríamos pensar en el diseño futuro y producción de moléculas que imitasen la función de TAU, como derivados de taxanos que hemos utilizado en el estudio para enlentecer la progresión de los tumores y reducir su agresividad”, destacó Sánchez Gómez. Estos compuestos ya son ampliamente utilizados como quimioterapia en otros tipos de cáncer y, en algunos de ellos, se ha demostrado que pueden llegar al cerebro.
“Si las empresas farmacéuticas estuvieran interesadas habría que realizar más ensayos preclínicos en modelos animales, pero los ensayos clínicos podrían ser más rápidos al haber pasado ya las primeras barreras que están relacionadas con la posible toxicidad en los pacientes”, añadió Gargini.
Asimismo, los autores subrayan que, con fines de diagnóstico, los niveles de TAU podrían usarse como un biomarcador para determinar la progresión tumoral en gliomas con mutaciones en el gen IDH1.
Del estudio también participaron Felipe Núñez, Berta Segura-Collar, Beatriz Herránz, Vega García-Escudero, Andrés Romero-Bravo, Daniel García-Pérez, Jacqueline Gutiérrez-Guamán, Angel Ayuso-Sacido, Joan Seoane, Angel Pérez-Núñez, Juan Sepúlveda-Sánchez, Aurelio Hernández-Laín, Ramón García-Escudero y Jesús Ávila.