Estudios en Estados Unidos, China y Singapur reafirman la hipótesis de que los ojos podrían ser una vía directa de contagio, especialmente a través de la córnea y la conjuntiva.
(Agencia CyTA-Fundación Instituto Leloir)-. Frotarse los ojos no sería buena idea en tiempos de pandemia: tres estudios científicos confirman que la superficie ocular posee receptores que posibilitan el ingreso a las células del virus SARS-CoV-2, agente causal de COVID-19.
“Además de las lágrimas, que pueden contener el nuevo coronavirus y ser una fuente de contagio, los ojos serían una vía adicional directa a la entrada del virus”, comentó a la Agencia CyTA-Leloir Víctor Reviglio, profesor e investigador en oftalmología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Córdoba.
Las nuevas evidencias salieron a la luz en el curso de pocos días. Tres estudios, uno de China, otro de Estados Unidos y el restante de Singapur, constataron en la córnea y la conjuntiva del ojo la presencia y expresión de los receptores ACE2 y TMPRSS2 que utiliza el COVID-19 para infectar.
El primer trabajo fue publicado en la revista “Eye”, el órgano oficial de The Royal College of Ophthalmologists del Reino Unido; los otros dos, en el servidor de preimpresión BioXriv, sin revisión por pares.
“Nuestro trabajo suma evidencia de que SARS-CoV-2 podría entrar al cuerpo a través del ojo humano”, tuiteó en su cuenta @Pradeep71081968 uno de los autores del estudio en Singapur, el biólogo molecular nepalí Pradeep Gautam.
De todos modos, “para corroborar de manera fehaciente la posibilidad de contagio y la carga viral necesaria para lograrlo, se deberán hacer modelos animales de infección viral por COVID-19 por la vía netamente ocular”, explicó Reviglio, quien se formó en enfermedades infecciosas de córnea e inmunología ocular en el Wilmer Eye Institute del Hospital Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos.
Reviglio añadió que los nuevos estudios alertan respecto de las medidas de protección que deben tomar los agentes de salud y en especial los que posean un estrecho contacto en la examinación del paciente, como los oftalmólogos.
A fines de marzo, la Academia Americana de Oftalmología había advertido que, pese a que es más probable inhalar las partículas de virus emitidas por una persona enferma que habla o tose, “también pueden entrar por los ojos”. Del mismo modo, es posible infectarse si se tocan los ojos con las manos después de entrar en contacto con superficies contaminadas.