Investigadores cordobeses constataron que la herramienta sirve para determinar la agresividad y la resistencia de los diferentes tumores a terapias y pronosticar también las recaídas (recurrencias).
(Agencia CyTA-Leloir)-. Investigadores argentinos mostraron que un método de diagnóstico, ya aprobado por distintos organismos regulatorios de Estados Unidos y Europa para cáncer de mama, podría también ser aplicado en otros tumores.
“Nuestro hallazgo tiene impacto en el sentido de que puede reducir los tiempos de implementación de un método de diagnóstico ya aprobado, en otros tipos de tumores”, afirmó el doctor en Bioingeniería e Inteligencia Artificial Aplicada Elmer Fernández, investigador del Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (CIDIE), que depende de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y del CONICET.
Hace unos años las autoridades reguladoras de medicamentos de Estados Unidos (FDA) y de Europa (EMA) aprobaron el uso de “PAM50”, un método que a partir del análisis de una “firma molecular” de expresión de 50 genes permite establecer el nivel de riesgo (alto, intermedio o bajo) de recurrencia del cáncer de mama; también, anticipa si la quimioterapia traerá o no beneficios.
“Una firma molecular es una lista de características, generalmente genes o proteínas que pueden cuantificarse en una muestra de tumor. Esas características medibles se usan para definir categorías de interés, por ejemplo, se pueden definir categorías según qué tan rápido se espera que crezca ese tumor”, explicó Fernández.
Ahora Fernández y colegas descubrieron que la firma molecular del método “PAM50” también puede usarse para definir categorías sobre nivel de agresividad y de respuesta a quimioterapia e inmunoterapia en 33 tipos de cáncer, incluyendo colon, estómago y vejiga.
Por otra parte, los científicos también pudieron delimitar un subconjunto del total de 50 genes que tienen una tendencia muy fuerte a expresarse de manera conjunta en cualquier cáncer y pueden separar tumores en dos grandes categorías, una de las cuales “presenta células que tienden a dividirse más rápido y son más similares a células madres embrionarias, lo que implica que potencialmente son más peligrosas”, destacó Darío Rocha, primer autor del estudio e investigador del CONICET en el laboratorio de Fernández.
De acuerdo con Fernández y Rocha los resultados del trabajo, publicados en “Cells”, “son importantes porque tradicionalmente se estudia cada tipo de cáncer por separado del resto. Este trabajo nos remarca que los conocimientos y terapias que normalmente se aplican solo a un tipo de cáncer podrían ser valiosos para otros tipos de cáncer”.
Para llegar a esos resultados, los científicos aplicaron un método de clasificación diseñado para cáncer de mama en datos de miles de muestras de más de 30 tipos de cáncer distintos que se encuentran disponibles en repositorios públicos. En un siguiente paso aplicaron distintos métodos estadísticos y bioinformáticos en búsqueda de patrones comunes.
“El próximo paso, en esta línea de trabajo, será utilizar y evaluar muestras de Argentina y la región, para estudiar y caracterizar a la población local”, expresó Fernández.
Del estudio también participaron Romina Girotti, del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), dependiente del CONICET; Gastón Soria, del CONICET y del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (CIBICI), en Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba (UNC); Iris García, del CIDIE, y también investigadora de la UNC; Andrea Llera, investigadora del CONICET y del Instituto Leloir; Aldana González Montoro, de la UNC; y Laura Prato, del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas, dependiente de la Universidad Nacional de Villa María, en Córdoba.