Con el propósito de proteger especies de animales y plantas silvestres que se comercian a nivel internacional, se está realizando en Suiza, la reunión del Comité de Flora y Fauna de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres. Cerca de 300 delegados de varios países, entre ellos la Argentina, pertenecientes a organismos gubernamentales, intergubernamentales y ONGs, definirán aspectos técnicos que contribuyan a preservar diversas especies silvestres.
(17/04/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Numerosas especies de animales y plantas se encuentran en riesgo de extinción y muchas más podrían sumarse a la lista, si no se las protege.
Para ese fin, bajo el auspicio de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), del 15 al 24 de abril se reúnen en Ginebra, Suiza, cerca de 300 científicos de todo el mundo. Debatirán y elaborarán directrices dirigidas a preservar una gran cantidad de especies silvestres animales y vegetales.
Muchas de las especies que serán evaluadas se comercian legalmente en el mercado internacional como alimentos, medicinas tradicionales, madera, perfume y otros productos de consumo general. También se hablará sobre las mascotas.
Sistema de listados
La Convención protege a las especies animales y vegetales mediante un sistema de listados o apéndices en los que se encuentran todas las especies que los países consideran que deben ser preservadas.
“El Apéndice I incluye aquellas especies en peligro de extinción. Para ellas, el comercio internacional está básicamente prohibido. Hay algunas excepciones para la exportación de estas especies, por ejemplo, el intercambio con fines científicos, explica la licenciada Victoria Lichtschein, encargada del área de Biodiversidad de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y responsable de la Autoridad Administrativa CITES de Argentina.
De acuerdo con Lichtschein, en el Apéndice II se incluyen aquellas especies que si bien todavía no están amenazadas por el comercio internacional, podrían estarlo en el futuro si no se toman ciertas medidas basadas en el desarrollo sustentable.
Algunos de los puntos que abordará el Comité de Flora en dicha Convención se centrarán en los progresos realizados en lo que concierne a los planes de acción para la conservación y uso sostenible de las especies de madera como la caoba, el cedro sudamericano y el palo de rosa, entre otras.
Para incentivar a los países exportadores de maderas y productos medicinales, los integrantes de ese comité redactarán directivas destinadas a proteger las especies que proveen esas mercancías. También examinarán y prestarán asesoramiento sobre las especies de árboles y los productos de madera que deberían estar controlados por la CITES.
Por su parte, el Comité de Fauna discutirá, entre otros temas, las cuotas de pesca y el comercio internacional de tiburones, esturiones y peces espátula. Estos dos últimos grupos de peces de agua dulce son muy apreciados dado que sus huevos, vendidos como caviar, son uno de los productos más valiosos en el comercio internacional. A pesar de que existen reglamentaciones que protegen esas especies, la pesca y el comercio ilegal amenazan su supervivencia.
Asimismo, los especialistas revisarán la situación y los niveles de comercio de algunas otras especies como aves, reptiles y moluscos.
Para el secretario general de la CITES, Willem Wijnstekers, “los Comités de Fauna y de Flora desempeñan una función esencial porque garantizan que el proceso de adopción de decisiones de la CITES se base en información científica bien fundamentada”.
Situación en la Argentina
Las especies incluidas en los listados de la Convención CITES que se comercializan desde Argentina en forma de cueros o pieles son la iguana Tupinambis spp, la boa curiyú, dos especies de yacarés, los zorros, el guanaco y la vicuña, entre otras. La emisión de los
permisos de exportación e importación de las diversas especies que figuran en los Apéndices del país está a cargo de CITES de Argentina.
“La condición para permitir el comercio es que estas especies sean extraídas de manera sostenible, bajo planes de manejo, sistemas de cupos o medidas apropiadas para garantizar su conservación. En cuanto a animales vivos, se exportan varias especies de loros”, señala Lichtschein.
Respecto de la flora, recientemente se incluyó en los listados de la CITES, un árbol autóctono: el palo santo. “Están también incluidas todas las especies de orquídeas y de cactus”, destaca la experta.
Es de esperar que estas medidas cumplan su objetivo a tiempo.