(07/03/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Según la revista American Scientific de febrero, el futuro de la exploración humana del espacio podría depender de la existencia de un pedazo de hielo lunar. En los últimos dos años la NASA se ha dedicado a diseñar un nuevo vehículo tripulado que podría llevar astronautas a la Luna en el 2018, en caso de que previas misiones no tripuladas confirmen la presencia de agua congelada en el satélite de la Tierra.
La NASA piensa que hay agua congelada en la cuenca de un cráter que está en uno de los polos de la Luna. De ser así, el agua podría tener varias utilidades, serviría para el consumo de los astronautas y también como combustible de hidrógeno y oxígeno para los cohetes.
El objetivo del proyecto es establecer una base lunar permanente, que sirva como puente para preparar una misión tripulada al planeta Marte.