La mayoría de los incendios que se producen en el mundo son causados por actividades humanas. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, las tareas de prevención y lucha contra los incendios exigen la articulación de acciones gubernamentales con la participación activa de los ciudadanos.
(27/07/09 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)- Cada año los incendios afectan a una superficie aproximada de 350 millones de hectáreas, informa la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Esos desastres provocan la pérdida de vidas humanas y destruyen medios de subsistencia. Asimismo los incendios forestales no controlados contribuyen al calentamiento global, la contaminación del aire, la desertificación y la pérdida de biodiversidad, indicaron expertos de ese organismo internacional.
Sólo en los últimos días 10 mil personas han sido evacuadas a causa de incendios incontrolados en el oeste de Canadá. Un numeroso contingente de bomberos ha sido desplegado en Grecia, en España, en el sur de Francia y la isla italiana de Cerdeña, en donde el fuego ha causado estragos.
Conciencia ciudadana
En la actualidad la FAO está trabajando con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU. (NASA) para perfeccionar el empleo de satélites en la lucha contra los incendios ya que proporcionan información en tiempo real a los equipos encargados en su extinción, así como también constituyen una herramienta clave en sistemas de alerta.
Además de la incorporación de tecnología para prevenir y luchar contra los incendios, la FAO destaca la importancia que tiene la participación de las comunidades locales cuyo rol puede ser crucial para reducir los incendios forestales y su impacto. En ese sentido, el organismo desarrolla proyectos que incluyen campañas de concienciación dirigidas a la comunidad.
Responsabilidad humana
La mayor parte de los incendios son provocados por el hombre, ya sea por negligencia, intereses económicos, por uso imprudente del fuego en la agricultura y los pastizales, por desbrozamiento ilegal de tierras o por incendios intencionados, indicó la FAO. Y agregó que también existe la preocupación por la urbanización de zonas de elevado riesgo de incendios, que aumenta los problemas del control y la gestión de los mismos.
Tanto los gobiernos como los ciudadanos tienen su parte de responsabilidad, consideran los especialistas de ese organismo quienes sostienen que la lucha contra los incendios es cada vez una cuestión más compleja que requiere que se involucren los diversos actores sociales.