Un estudio internacional liderado por investigadores argentinos comprobó que, igual que en mujeres europeas y de América del Norte con cáncer de mama hormonodependiente, el uso de ciertas pruebas genómicas permitió predecir con mayor precisión que los métodos tradicionales la evolución de la enfermedad y orientar el tipo de tratamiento.

(Agencia CyTA-Leloir).- Después de más de una década en el mercado y beneficios comprobados en ensayos clínicos y del “mundo real” en mujeres europeas y de América del Norte, los test basados en “firmas  moleculares” también mostraron, por primera vez, ser muy útiles para predecir la evolución del tipo más frecuente de cáncer de mama y guiar la elección de tratamientos en pacientes de Latinoamérica.

Así surge de un estudio liderado por científicos argentinos que, además, comprobó que esos análisis genómicos son más eficaces que los métodos tradicionales, lo que permitiría optimizar recursos para el sistema de salud y mejorar la calidad de vida de las pacientes.

Las “firmas moleculares” se utilizan en los llamados cánceres de mama hormonodependientes, que representan alrededor del 70% de todos los casos. “Un subgrupo de estas pacientes, con un tipo de tumor denominado ‘luminal B’, tienen peor evolución y por lo tanto deben recibir quimioterapia por el riesgo de recurrencia. En cambio, a las pacientes con el subtipo ‘luminal A’ se les puede prescribir solo terapia hormonal (tamoxifeno) y evitar la quimioterapia, que en estos casos es innecesaria ya que no mejora su pronóstico”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir la doctora en bioquímica Andrea Llera, investigadora del CONICET en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular (LTMC) de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y coordinadora del análisis del estudio observacional publicado en la revista The Oncologist.

Estos test se basan en algoritmos que permiten cuantificar la actividad de los genes dentro de un tumor. “Pueden establecer el tipo de tumor y, a partir de ese conocimiento, predecir su evolución, además de ayudar a decidir si después de la cirugía conviene prescribirles a las pacientes solamente hormonoterapia o sumarles también quimioterapia”, aseguró el doctor en ciencias biológicas Osvaldo Podhajcer, jefe del LTMC y uno de los coautores del estudio. 

“Los resultados de esas pruebas permiten mejorar la predicción de la evolución de la enfermedad a 5 o 10 años”, añadió Llera. Sin  embargo, debido a una cuestión de costos, en Argentina y en la mayoría de los países de Latinoamérica la determinación de los tumores hormonodependientes se establece por medio del análisis de marcadores inmunohistoquímicos que realizan los médicos patólogos, agregó.

Andrea Llera y Osvaldo Podhajcer, investigadores del CONICET en el Instituto Leloir, coordinaron la investigación.

Para el flamante estudio, los científicos de la Red Latinoamericana de Investigación en Cáncer (LACRN, por sus siglas en inglés), que fue creada en 2010 a instancias del Centro de Salud Global del Instituto Nacional de Cáncer (NCI) de Estados Unidos, y de la que participan 30 centros de investigación y hospitales de Latinoamérica, analizaron el rendimiento de siete “firmas moleculares” diferentes en un grupo de pacientes latinoamericanas con cáncer de mama hormonodependiente, y lo compararon con los diagnósticos realizados a partir de los métodos que suelen ser utilizados con mayor frecuencia por los profesionales de la región.

“Nuestros estudios confirman que al menos 3 de los 7 test moleculares estudiados predicen con mayor certeza la aparición de recurrencias (es decir, nuevos tumores en el mismo lugar) que los métodos tradicionales, sumando una herramienta innovadora para mejorar el seguimiento y tratamiento de la enfermedad y, por lo tanto, la calidad de vida de las pacientes’”, resaltó Llera. 

Y agregó: “Sería importante que esta evidencia pueda ser tomada en cuenta para el análisis de costo-beneficio del uso de estos test en nuestra región, ya que no sólo reduciría el costo de quimioterapias innecesarias, sino que también redundaría en una disminución de la carga al sistema de salud si se tiene en cuenta que muchas mujeres evitarían las visitas recurrentes a las guardias o perder días de trabajo por los efectos secundarios de la quimioterapia”. 

Para cerrar, la investigadora enfatizó que, a nivel global, está comprobado que las “firmas moleculares” tienen impacto en el diseño de políticas públicas asociadas al tratamiento del cáncer. “El Instituto Nacional del Cáncer (INC) de Argentina está al tanto de nuestros resultados, lo que para nosotros es lo más relevante”, dijo. Podhajcer, por su parte, subrayó: “Este tipo de estudios con impacto real en la gente es lo que persigue nuestro grupo del LTMC en la Fundación Instituto Leloir”.