(10/05-06 – CyTA – Instituto Leloir) – Investigadores de la Universidad de Frankfurt, Alemania, observaron por primera vez la expulsión de filamentos que realiza una medusa cuando ataca a su víctima, según informa NewScientist. El proceso completo —posiblemente el más veloz de la naturaleza— fue capturado con la cámara más rápida del mercado, un artefacto capaz de registrar 1,4 millones de cuadros por segundo, diseñado originariamente para filmar la trayectoria de una bala.
Los científicos pudieron asistir a una secuencia de propulsión en dos pasos: un mecanismo de liberación molecular seguido de una descarga de alta presión. Las medusas tienen un conjunto de tentáculos formado por células urticariantes o nematocistos, cada una de las cuales contiene una cápsula con un filamento de colágeno que envuelve veneno líquido. El cóctel de toxinas ataca los nervios y la sangre de las víctimas descargándose con una potencia capaz de romper el caparazón de un crustáceo.
“Estas criaturas desarrollaron la sofisticada técnica hace más de 500 millones de años, en lo que constituye el uso más antiguo del colágeno que se conozca”, señaló Thomas Holstein, de la Universidad de Frankfurt, a NewScientist.
Los investigadores filmaron una hidra pólipo, pequeñísima medusa de agua dulce inofensiva para los humanos que, sin embargo, presenta el mismo mecanismo utilizado por la peligrosa medusa de caja o avispa de mar para atacar a las personas.