Las llamadas células “asesinas” T, células del sistema inmune que deberían proliferar para combatir una infección, permanecen inactivas frente a la acción del virus del sida. Dos equipos de investigadores, uno en Canadá y otro en Estados Unidos, habrían encontrado la causa de esta falla. Se trataría de una proteína llamada PD-1 que es activada por el HIV y que actúa como un inhibidor del sistema inmune.
(31/08/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Cuando el virus del sida infecta a una persona parte del sistema inmune queda suprimido. Investigadores de la Universidad de Montreal, Canadá, y de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, encontraron una forma de reactivar las defensas para fortalecer el combate contra la enfermedad, según revela la revista Scientific American de agosto.
Los científicos identificaron una proteína llamada PD-1 –activada por el virus del sida- que actúa como un interruptor que “apaga” las células del sistema inmune. Mediante el empleo de una droga que ha sido diseñada para tratar a pacientes que padecen cáncer, los investigadores de Harvard encabezados por Bruce Walker lograron bloquear la proteína PD-1 en muestras de sangre de pacientes infectados con sida. Observaron que las células inmunes recuperaron su funcionalidad y de esta forma se redujo la carga viral.
Rafick-Pierre Sékaly, director del estudio realizado en la Universidad de Montreal, obtuvo los mismos resultados. “Por primera vez, hemos sido capaces de identificar un desperfecto en la respuesta inmunológica al HIV”, afirma el especialista y agrega: “Pero lo mejor es que hemos encontrado la manera de corregirlo.”
Sékaly destaca que además del aumento de la capacidad de las células inmunes para combatir la infección, su número se multiplicó.
Sin embargo es importante mantener el trabajo en perspectiva. El logro fue conseguido en laboratorios. Falta un largo camino por recorrer para que estos resultados puedan repetirse en el cuerpo humano sin producir efectos secundarios.
Las drogas utilizadas para bloquear la proteína PD-1 podrían desencadenar reacciones inmunes de tal magnitud que podrían atacar al cuerpo, advierte Bruce Walker de la Universidad de Harvard.