Un estudio llevado a cabo por científicos británicos, y publicado por la revista Science, demuestra que en los últimos 30 años la temperatura del aire en la Antártida durante el invierno aumentó más de dos grados centígrados.
(25/04/06 – CyTA – Instituto Leloir, Alejandro Manrique) – En lo que se considera la primera investigación a escala global sobre el cambio climático en el continente Antártico, se probó que las marcas térmicas registraron un incremento de hasta 0,7 grados centígrados por década en los últimos 30 años.
La revista Science publicó los resultados de este estudio del Servicio Británico Antártico (BAS), una división del Consejo Nacional de Investigación Ambiental (NERC), de Gran Bretaña.
Los globos meteorológicos dispersados por el continente entre 1971 y 2003, revelaron que el calentamiento del aire se registra en toda la Antártida. El aumento de la temperatura del aire sobre la Antártida, a unos cinco kilómetros de altura sobre la superficie, ha sido tres veces mayor al observado en este nivel en el resto del planeta en los últimos 30 años. En efecto, trascendió que el promedio de temperatura de la Tierra sólo aumentó 0,2 grados por década durante el mismo tiempo.
El calentamiento ocurrió en la totalidad de la Antártida, pero es más evidente en los datos de la Estación Amundsen-Scott, en el Polo Sur y las numerosas estaciones a lo largo de la costa este, donde especialmente se concentró el estudio.
Aunque el rápido calentamiento en la superficie de la Península Antártica se conocía desde hace tiempo, el nuevo estudio revela una importante indicación del cambio climático a gran escala en todo el continente blanco. Los resultados arrojan un interés mucho más profundo que el simple récord, porque los científicos afrontan serios problemas para entender el cambio climático en ese continente.
Los científicos que publicaron el trabajo no saben explicar la causa del calentamiento. Los investigadores dijeron que el hecho puede estar ligado al aumento de los gases en la atmósfera, lo mismo que a variaciones naturales en el sistema climático del continente.
“Los gases de efecto invernadero pueden estar teniendo un mayor impacto en la Antártida que en el resto del mundo y no entendemos por qué. Hasta ahora no hemos sido capaces de determinar los mecanismos que originan el calentamiento”, comentó John Turner, científico del Servicio Británico Antártico (BAS) y líder de la investigación.
Desde hace casi 50 años, muchas estaciones científicas antárticas toman constantemente medidas de la temperatura, la humedad y los vientos con instrumental a bordo de globos, que se elevan hasta unos 20 kilómetros de altura. El análisis de los datos indica que se está registrando un calentamiento estacional en invierno en la tropósfera (la capa de la atmósfera desde la superficie del planeta hasta una altitud de unos 10 kilómetros) y un enfriamiento más arriba, en la estratósfera.
El calentamiento de la tropósfera en el invierno antártico “es mayor que cualquier calentamiento regional troposférico previamente identificado en cualquier otra región del mundo”, afirman Turner y sus colegas en Science. Ellos han constatado en su análisis de los registros tomados desde los globos, que ha subido la temperatura entre 0,5 y 0,7 grados centígrados por década en los últimos 30 años en la tropósfera media, precisamente, la capa donde se produce el mayor intercambio de calor entre la Tierra y la atmósfera.
Los investigadores responsables de este estudio, cuestionaron la eficacia de los modelos actuales para el control climático, ya que éstos fallaron al simular el aumento de la temperatura en la Antártida.
“Los modelos de simulación climática actuales no reproducen el calentamiento observado, destacando con ello su debilidad a la hora de reproducir el sistema climático antártico. Nuestro siguiente paso es intentar mejorar esos modelos”, expresó Turner.
“Existe una amplia discusión sobre la relación entre el uso de los gases y el aumento de la temperatura en la Antártida. El problema es diferenciar lo que es causado por la propia naturaleza y lo que es resultado de las actividades humanas”, añadió.
Los científicos están preocupados por las posibles consecuencias del calentamiento. Si se derritiera totalmente, el agua contenida en los bloques de hielo de la Antártida podría elevar el nivel del mar hasta 60 metros
Aunque no se conozcan con precisión las causas del fenómeno, algunas evidencias observadas señalan al reforzamiento del efecto invernadero, que retiene a los rayos solares.
De acuerdo con los expertos en el clima, el efecto invernadero no es negativo en sí mismo, ya que es un proceso natural que posibilita la vida en el planeta y sólo el reforzamiento de las condiciones de invernadero, ocasionadas por la emisión de gases a la atmósfera, incide en el clima.