(30/06/06 – CyTA – Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Científicos estadounidenses reconstruyeron el virus H1N1 de la gripe de 1918, responsable de la muerte de 20 millones a 50 millones de personas, con la esperanza de contribuir a la lucha contra una posible pandemia de gripe aviaria.
El estudio, cuyos resultados fueron publicados en las revistas Science y Nature a fines del año pasado, fue realizado en un laboratorio norteamericano de alta seguridad por un equipo de científicos dirigidos por el doctor Jeffery Taubenberger del Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Los científicos “reanimaron” en el laboratorio el virus H1N1 a partir de los tejidos de una mujer, víctima de la gripe de 1918, que estaba enterrada en la tierra congelada de Alaska. Los análisis realizados sugieren que el virus letal era de origen aviario.
Dado que los virus sufren mutaciones rápidas, el virus de la gripe aviar, que tanto preocupa a las autoridades sanitarias internacionales en la actualidad, podría desarrollar características infecciosas como las que presentaba el germen de 1918. Por esta razón, los científicos enfatizan la importancia de investigar cómo trabaja el virus H1N1.
Para tal propósito estudiaron sus efectos en células humanas, ratones y huevos de pollo. En base a los resultados obtenidos y a sucesivos estudios, los investigadores esperan contribuir al diseño de vacunas y drogas contra el virus H5N1 de la gripe aviar.
La recreación del virus de 1918 favorecería el diseño de estrategias de prevención para una posible pandemia de gripe aviar, si el virus mutase. No obstante, algunos críticos señalan que revivir un virus como el que provocó la influenza en 1918 requiere tomar extremas medidas de seguridad, ya que de lo contrario podría producirse una nueva pandemia de gripe con un virus que ya estaba prácticamente desaparecido.