A 142 años de la muerte de Abraham Lincoln, el presidente norteamericano que pasó a la historia por abolir la esclavitud en ese país, un estudio realizado mediante un escáner láser tridimensional sobre dos moldes del rostro del líder permitió documentar el grado de asimetría facial que padecía, reabriendo la polémica sobre sus posibles causas.
(25/9/07 – Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por Alejandro Manrique) – Abraham Lincoln (1809-1865), presidente número dieciséis de los Estados Unidos de América, fue uno de los mandatarios más apreciados y respetados de ese país. La historia lo recuerda como el presidente que lideró la Guerra Civil de Estados Unidos, luchó contra la esclavitud y estableció la igualdad entre los hombres. Era una persona humilde, que no había recibido una educación formal; sus opositores promovieron su asesinato a la edad de 56 años.
Los artistas, escultores y fotógrafos sabían que un lado de la cara de Lincoln tenía un defecto: la parte izquierda era mucho más pequeña que la derecha, una aberración denominada microsomía facial craneana. Esa afirmación acaba de ser confirmada por un estudio publicado en la revista especializada “Archives of Ophthalmology”, que fue liderado por los doctores Ronald Fishman, oftalmólogo retirado, y Adriana Da Silveira, especialista en ortodoncia para niños con defectos faciales en Austin, Texas.
La microsomía hemifacial o displasia facial lateral, también denominado síndrome de Goldenhar, es un trastorno en el cual los tejidos de un lado de la cara no se desarrollan completamente y que afecta en especial a las regiones auditiva, la cavidad bucal y el maxilar inferior. A veces, ambos lados de la cara pueden verse afectados e incluso puede haber compromiso del cráneo y de la cara. Se presenta en uno de cada 5.500 recién nacidos y representa una de las más comunes deformaciones de la cabeza.
Fishman y Da Silveira analizaron dos copias de moldes de máscaras del rostro de Lincoln, una de bronce y otra de yeso, que se encuentran en el Museo de Historia de Chicago. Para ello, recurrieron a la técnica de escaneo láser que se emplea para crear imágenes en tres dimensiones del labio y el paladar de niños con defectos faciales.
Los contemporáneos de Lincoln habían notado que su ojo izquierdo se desviaba hacia arriba, independientemente de su ojo derecho, fenómeno conocido ahora como estrabismo. En su forma más severa, esta dolencia puede derivar en visión doble, la que en la actualidad se trata con los más modernos métodos de cirugía.
“El pequeño globo ocular del ojo izquierdo de Lincoln podría haber desplazado un músculo que controla el movimiento vertical”, explicó Fishman, quien es un apasionado de las curiosidades de la historia. “Lincoln notaba la doble visión en forma ocasional y no le causó gran molestia durante su vida”.
Si bien existen documentos que prueban que el mandatario fue golpeado por un caballo cuando era joven, los investigadores señalan que no es posible aseverar que la deformación facial y el estrabismo que presentaba hubieran sido originados por la herida resultante del golpe o si se trató de un defecto de crecimiento.
Facciones de un semblante
La mayoría de los rostros de las personas presentan asimetrías pero, según Fishman, en el caso de Lincoln era extrema, con un hundimiento de su pómulo sobre el ojo izquierdo y el hueso mucho más fino que en el lado derecho. Esa apariencia de Lincoln, según afirman los historiadores, era aprovechada por sus enemigos políticos para burlarse.
“No era un hombre apuesto”, escribió William Herndon en su biografía sobre el ex presidente norteamericano. “La cabeza de Lincoln era larga y su frente angosta y alta. Sus orejas eran extremadamente grandes y formaban casi un ángulo recto con su cabeza. Sus mejillas eran altas, agudas y prominentes.”
El escultor Gutzon Borglum (1867-1941), quien realizó las esculturas monumentales de los bustos de cuatro presidentes norteamericanos (Washington, Jefferson, Lincoln y Theodore Roosvelt) que se encuentran en la base del Monte Rushmore, en el estado de Dakota del Sur, se refirió al lado izquierdo de la cara de Lincoln como “incipiente y primitivo” y notó su asimetría, describiendo su ojo izquierdo como “fuera de foco y con mirada perdida”.
En la época de Lincoln los moldes para máscaras eran una práctica común, dijo James Cornelius, curador de la Biblioteca Presidencial Lincoln en Springfield, Illinois. Lincoln accedió a que los escultores hicieran moldes de su rostro en dos ocasiones: en 1860 antes de su primera candidatura presidencial y en 1865, dos meses antes de su asesinato. La primera estuvo a cargo de Leonard Volk en Chicago y la segunda fue realizada en Washington por Clark Mill.
Probablemente lo hizo por motivos políticos más que por un deseo de pasar a la posteridad, según asevera Cornelius. La imagen de su rostro, un tanto excéntrica y misteriosa, perdura hoy en el billete de cinco dólares que circula en los Estados Unidos y desde donde nos observa con suma agudeza.