Científicos argentinos han descubierto una correlación entre la saliva y el suero para evaluar la remodelación del tejido óseo en ratas. Sería de suma utilidad para el control del tratamiento de la periodontitis.
(03-03-08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Más allá del suero y la orina, en estos últimos tiempos, la saliva ha ganado un gran reconocimiento como muestra biológica para la detección de diferentes enfermedades bucales y sistémicas.
“Debido a que la saliva es un biofluido fácil de obtener, a través de un procedimiento no invasivo, podría ser muy ventajoso en la identificación y monitoreo del progreso de un tratamiento específico, como por ejemplo, el de la periodontitis, una enfermedad que comienza en las encías, pero que si no es tratada, puede llevar a la pérdida de las piezas óseas”, afirma la bioquímica Gretel Pellegrini, del Departamento de Bioquímica General y Bucal de la Facultad de Odontología de la UBA, en un estudio grupal que integra su tesis doctoral.
La experiencia puso en evidencia que concentraciones de marcadores óseos – sustancias que sirven para identificar la presencia de otras – en muestras de saliva siguen el mismo patrón que las verificadas en muestras de suero u orina, por lo que sus mediciones son tan confiables como las otras. Aunque se harán más estudios para corroborar estos hallazgos, los resultados obtenidos en ratas sugieren que la saliva puede ser útil para evaluar el estado de la regeneración y absorción ósea.
Generación y reabsorción
El hueso es un tejido conectivo especializado que está remodelándose de forma permanente. Esta acción no es estable durante toda la vida. Durante la niñez, la formación y la reabsorción mantienen la misma velocidad. El ritmo de acumulación de calcio se incrementa durante la pubertad hasta alrededor de los 25 años, momento a partir del cual, se estabiliza hasta alrededor de los cincuenta. A partir de entonces, la velocidad de la reabsorción aumenta notablemente en relación con la generación de hueso.
Este proceso se verifica en las mujeres, después de la menopausia, como consecuencia de la declinación estrogénica; y en los hombres, aunque de manera menos drástica, a partir de la disminución de los niveles de testosterona. Como resultado de la pérdida de masa ósea, se incrementan las quebraduras. Aunque el caso típico más frecuente es la fractura de caderas, mucho antes, aparecen las de tibia, peroné y muñeca.
Marcadores en saliva de ratas
Para prevenir la osteopenia (pérdida de densidad mineral ósea comparada con el patrón normal correspondiente a la edad), la osteoporosis (disrupción de la micro-arquitectura del hueso) y otras patologías óseas que conducen a las quebraduras, se aconsejan las densitometrías anuales o bianuales, según el caso, que miden la masa ósea con agudeza y precisión.
“No obstante, el resultado de la densitometría brinda un parámetro estático que no dice nada respecto de cómo se está remodelando la estructura del hueso. Una valoración dinámica puede ofrecer un mejor valor predictivo como indicador de riesgo de fractura y tiene valor diagnóstico y terapéutico. Aunque los cambios en la arquitectura del hueso tardan en manifestarse, determinados valores bioquímicos obtenidos a través de marcadores óseos en suero y orina orientan a los clínicos a tomar decisiones terapéuticas y recetar drogas anticatabólicas. Estos fármacos estimulan el decrecimiento de la reabsorción del hueso y/o el incremento en su formación y sirven para tratar los casos de alto riesgo de fractura”, sostiene Gretel Pellegrini en su trabajo publicado en el Journal of Periodontology en enero.
El trabajo de investigación tuvo como objetivo verificar si existe correlación entre las determinaciones de los marcadores óseos en muestras de suero y saliva a partir de la declinación estrogénica. Para tal fin, se utilizaron muestras de saliva de ratas exentas de enfermedad bucal y previamente operadas. A treinta de ellas se les extirpó el ovario para inducirles osteopenia 60 días después de la cirugía. A las otras 10; se les practicó una operación “sham” (simulada, sin extracción de los ovarios) para asegurarse de que los resultados experimentales fueran independientes del procedimiento quirúrgico.
Después de clasificar las ratas en grupos, administrarles diferentes drogas específicas para tratar la pérdida de hueso, evaluarlas regularmente y hacer estudios comparativos, se descubrió la correlación sospechada.
La conclusión del trabajo revela que “las determinaciones en saliva pueden resultar prácticas y confiables para la detección de signos sistémicos, en particular en casos pediátricos, pacientes obesos, ancianos y en estudios de rastrillaje en poblaciones”.
En relación con la odontología, se destaca que en la saliva, el empleo del marcador denominado telopéptido carboxilo terminal del colágeno tipo I (CTX) puede ser uno de los “candidatos” más confiables a la hora de estudiar la actividad y severidad de la enfermedad periodontal.
Si lo comprobado en el laboratorio, se verificara para los seres humanos, se estaría en presencia de una alternativa más accesible para la evaluación del estado del hueso.