El reactor que la empresa argentina INVAP le vendió a Australia, y que fue inaugurado oficialmente en abril pasado, presentó fallas técnicas hace un mes. La Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear (ANSTO) anunció el lunes 3 en un comunicado que resolver el problema técnico llevará más tiempo del estimado inicialmente. La agencia CyTA habló con el gerente de INVAP, Héctor Otheguy.

(3/9/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo) – El reactor que la empresa argentina INVAP le vendió a Australia por US$ 200 millones, y que se estrenó oficialmente en abril pasado, se encuentra en evaluación por problemas técnicos. Este reactor es de investigación y es único en el mundo. Entre otras actividades, genera haces de neutrones para investigación en diferentes campos y produce radisótopos, que se utilizan en medicina nuclear.

En Australia, técnicos de INVAP están realizando estudios para determinar las causas. De todos modos, según un comunicado enviado hoy por la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear (ANSTO, por su siglas en inglés), hallar la solución para la reactivación del reactor OPAL –por sus siglas en inglés, “Open Pool Australian Light water”– llevará más tiempo del estimado inicialmente.

“La implementación de una solución para el problema en el ensamblaje de los elementos combustibles en el reactor nuclear de investigación OPAL, que el mes pasado se había estimado que duraría ocho semanas, tomará más tiempo”, señala el comunicado.

La evaluación está siendo actualmente realizada por INVAP y está cerca de su finalización. Cuentan con la ayuda de un video de alta resolución que grabó todos los movimientos del “piletón” donde están los combustibles, a 13 de metros de profundidad en el núcleo del reactor. Antes de reiniciar las actividades normales del OPAL, la autoridad australiana que regula la seguridad nuclear, ARPANSA, deberá aprobar su reactivación.

Aún se desconoce si la falla en la estructura donde van montados los elementos combustibles es un problema de diseño, de fabricación u operativo. El Dr. Ron Cameron, Jefe de Operaciones de ANSTO, dijo en el comunicado que en esta etapa ANSTO no puede dar una fecha exacta en la cual el reactor regresará a estar en su máxima potencia, que es de 20 Megawatts, y a producir neutrones.

“Es un período frustrante para todos, en particular para nuestros científicos que están entusiasmados en usar los instrumentos de emisión de neutrones de punta que están listos y esperando”, destacó Cameron. Y agregó: “Estamos haciendo un buen progreso, y tenemos confianza en que pronto tendremos una solución para presentar ante el regulador, ARPANSA”

Ron Cameron subrayó en el comunicado que este problema técnico no está relacionado con la cuestión de seguridad o radiación; que los clientes de ANSTO están siendo informados de manera constante y que los suministros de medicamentos nucleares producidos por el OPAL serán temporalmente reemplazados por productos importados.

“Debido a que la seguridad es lo primordial, resolver este problema lleva tiempo, ya que las actividades deben estar sujetas a un asesoramiento minucioso y una aprobación regulatoria independiente”, señaló Cameron.

Qué dice Invap

“Todavía no está determinado cuál es el origen del problema. Puede ser que haya habido un problema de fabricación, de colocación, o incluso de operación. Cuando tengamos un diagnóstico claro del origen, ahí se puede planificar cuánto va a llevar la implementación de la solución”, destacó a la Agencia CyTA Héctor Otheguy, gerente general de la empresa INVAP.

“Lo que se está haciendo ahora, aprovechando la parada técnica que ya estaba prevista, es analizar lo que pasó para tener un diagnóstico más preciso de las causas de este problema con los elementos combustibles”, agregó.

“Por otro lado, cada movimiento que se hace en el reactor requiere la autorización no sólo de ANSTO, que es nuestro cliente, sino en muchos casos de ARPANSA. Entonces, se está tardando un poco más de lo que uno hubiera creído al principio”, enfatizó el experto.

El reactor está en un período de garantía de dos años. Durante ese período, hay cinco expertos de INVAP trabajando de manera permanente en el reactor OPAL. Además, la empresa está en contacto con los técnicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica, que fabricaron los combustibles.

La falla técnica se detectó durante una de las paradas técnicas de rutina del reactor. A fines de julio, ANSTO publicó un primer comunicado en el cual informó que el reactor se mantendrá “parado” hasta hallar una solución.

¿Qué significa que esté parado? “Cuando hay parada, podríamos decir entre comillas que se “apaga” el reactor, se pone en una situación donde no haya flujo de neutrones, y el reactor no opera”, explicó Otheguy.

Durante un cambio de combustible de rutina el mes pasado, ANSTO descubrió que se había producido un desplazamiento parcial en las piezas que contienen los elementos combustibles. “Se estima que la causa es una cuestión de manufactura, de todos modos, todas las posibilidades están aún siendo evaluadas”, afirma el comunicado de ANSTO.

“Algunas placas, en algunos elementos combustibles, se han corrido de lugar. Y se está filtrando agua común hacia la zona del agua pesada. Entonces, como no está previsto que esto ocurra, se para y se averigua por qué sucedió. Aún falta el diagnóstico final”, afirmó por su parte Otheguy.

El reactor y su núcleo, compuesto por 16 elementos combustibles –sus estructuras son una aleación de aluminio, y dentro de cada elemento está el uranio que sirve para hacer la reacción nuclear–, habían funcionado correctamente desde que la etapa de máxima potencia se alcanzó en noviembre de 2006. Cada elemento tiene 21 placas ubicadas dentro de un marco de aluminio.

La parada del OPAL permite que el proceso para resolver la filtración interna, que estaba causando una filtración menor de agua pesada (el moderador de los neutrones en el núcleo del reactor), comience esta semana. Aunque, de todos modos, aún no se sabe cuándo se reactivará su actividad normal.

La venta del reactor OPAL, que se realizó hace más de cinco años, significó la mayor exportación de tecnología de la Argentina. Ahora, el resultado final de la evaluación del OPAL puede tener una influencia importante en futuras negociaciones en el campo de la tecnología nuclear.

RECUADRO

UNA “JOYA” AUSTRALIANA

El nombre completo del reactor de investigación australiano, una máquina cuyo diseño es único en el mundo, es “Open Pool Australian Light water reactor”. Y la idea es hacer juego con el nombre de la “piedra preciosa” nacional de ese país, el “opal”.

Tiene tres actividades principales: la producción de radioisótopos para su uso en medicina, el agro y la industria; la extracción de haces de neutrones para investigación; y por último, la irradiación de silicio para producir el material con el cual se elaboran luego componentes electrónicos, por ejemplo, los transistores.

En un artículo publicado este año en el diario australiano The Daily Telegraph, el director de ANSTO, Ian Smith, había realizado un buen augurio sobre el OPAL. “Consideramos que el reactor OPAL está destinado a ser uno de los tres centros nucleares de punta en el mundo”.

Si bien las expectativas siguen siendo positivas, sobre todo porque los australianos tienen en cuenta que este tipo de reactor es único en el mundo, esperan con ansiedad la resolución del problema. Así como también la empresa argentina INVAP, responsable del proyecto.