Detectaron en células epiteliales de la vía respiratoria genes que también están activos en los receptores del gusto amargo en la lengua. El estudio, realizado por investigadores del Howard Hughes Medical Institute, reveló que ese tipo de células que protegen al pulmón de sustancias dañinas, además de tener propiedades mecánicas, también son sensoriales.
(24/07/09 – Agencia CyTA-Instituto Leloir).– En lo que se refiere a cuestiones de gusto, al parecer los pulmones tienen algo en común con la lengua. Un estudio, publicado en Science Express, revela que los pulmones tienen receptores que detectan sustancias amargas, las cuales a menudo son tóxicas, y generan una respuesta de rechazo. Algo similar ocurre, cuando determinadas sustancias son detectadas en la boca por receptores del gusto. Éstos activan neuronas que le envían esa información al cerebro la cual es procesada y como respuesta la sustancia es expulsada.
Michael J. Welsh, del Howard Hughes Medical Institute, y un equipo de colegas detectaron en cultivos de tejido de células epiteliales de vía respiratoria humana genes que también están activos en los receptores del gusto amargo en la lengua.
Esos genes identificados se hallaron activos en aquellas células que poseen unos pequeños pelos llamados cilios que se mantienen en movimiento para mantener las vías respiratorias limpias.
Este trabajo sugiere que estos receptores del sabor amargo pueden detectar sustancias nocivas entrando en las vías respiratorias, e iniciar la respuesta defensiva de los cilios para purgar la sustancia ofensiva.
Hemos encontrado que los cilios, además de tener propiedades mecánicas, también son sensoriales, señaló Welsh. Y agregó que actúan como una antena de detección.