(02/05/06 – CyTA – Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Un cometa en plena destrucción se acercará a la Tierra y se dejará ver con largavistas, según anunció NewScientist esta semana. El cometa 73P, que desde 1995 se está dividiendo en más de 30 fragmentos, podrá verse en primer plano entre el 12 y el 14 de mayo próximos. En esos días, se arrimará a la Tierra tanto como ningún otro cometa lo hizo desde 1983.
Aun en su punto máximo de aproximación, la Tierra quedará a salvo. El fragmento más cercano permanecerá veinte veces más distante que la Luna. Sin embargo, para los astrónomos es una aproximación inusitada. Por eso, los Telescopios Spitzer y Hubble y decenas de otros artefactos terrestres ya están preparados para la observación. Los científicos creen que los trozos más brillantes se podrán contemplar con largavistas y, aunque más débilmente, también a simple vista.
La observación permitirá que los astrónomos comprendan mejor de qué están hechos estos curiosos astros con cola. Hasta ahora se sabe que los cometas conservan ingredientes de la infancia del Sistema Solar.
Otro de los interrogantes que desvela a los científicos es cómo y por qué se deshacen los cometas. En algunos casos, los cometas son tironeados por la fuerza gravitacional de cuerpos celestes cercanos. Por ejemplo, el famoso cometa Shoemaker-Levy 9 murió en un espectacular choque con Júpiter. Pero el 73P no está lo suficientemente cerca de Júpiter o el Sol como para que pensar que los tironeos gravitacionales tienen algo que ver. Algunos expertos creen que su autodestrucción puede deberse a la rotación o las presiones térmicas que sufre.
Los astrónomos se dieron cuenta de que el 73P se estaba despedazando cuando en septiembre de 1995 observaron que el cometa lanzó un súbito estallido de luz. En noviembre del mismo año la escena se repitió y al mes siguiente se pudo observar el primer fragmento.
Hasta ahora, los científicos identificaron 37 trozos, aunque ya perdieron de vista cuatro. El show celestial deleitará entonces a los terráqueos con unos 33 minicometas luminosos.
En siglos anteriores, varios cometas que sobrevolaron la Tierra dejaron lluvias de estrellas a su paso. Sin embargo, este efecto puede demorarse. Paul Wiegert, de la Universidad de Western Ontario, dice que hay que tener paciencia: “El cometa sigue partiéndose, así que no es seguro que veamos una lluvia de meteoritos este año”, reveló a NewScientist. Quizá tengamos que esperar hasta 2022 para que una brillante nube de escombros encienda de cerca alguna de nuestras noches.