(18/05/06 – CyTA – Instituto Leloir) – A pesar de los malabares que hacen para conciliar las obligaciones laborales con los deberes familiares, las madres que trabajan todo el día parecen gozar de mejor salud que las que trabajan unas horas o, incluso, que las mujeres que no tienen hijos, según informa la revista Scientific American.
Epidemiólogos del University College de Londres controlaron a lo largo de la vida a 1400 mujeres británicas nacidas en marzo de 1946 y llegaron a la conclusión de que las madres trabajadoras suelen presentar un buen estado de salud y tienen menos probabilidad de llegar obesas a la madurez.
El equipo de investigadores, conducido por la doctora Anne McMunn, entrevistó a las mujeres a los 26, 36, 46 y 53 años. Además de preguntarles cómo evaluaban su estado de salud, registró información objetiva sobre ellas, como su índice de masa corporal. Los expertos querían saber si las mujeres que trabajan hacen múltiples tareas porque son sanas o si son sanas gracias a los diversos roles que encarnan.
Sólo el 23 por ciento de las trabajadoras habían llegado obesas a los 53, contra el 38 de las amas de casa de tiempo completo, que también tenían el índice de masa corporal promedio más alto. El estado más endeble de salud correspondió a las amas de casa, seguido por las madres solteras y las mujeres sin hijos. A su vez, todas las trabajadoras tenían un índice de masa corporal bajo: las madres casadas, las madres solteras y las mujeres sin hijos.
“Lo más probable es que la buena salud sea el resultado y no la causa del cumplimiento de múltiples roles”, afirman los investigadores en el trabajo, que fue publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health. Ahora les falta averiguar qué aspectos específicos de la vida laboral y familiar influyen de manera positiva en la salud.