Un reciente documento sobre cambio climático, difundido por el gobierno inglés, muestra en forma contundente la evidencia científica del calentamiento global y las nefastas consecuencias que tiene para el planeta. Los países más pobres del mundo serán los primeros y los más perjudicados si no se toman medidas urgentes, que sólo serán efectivas si se actúa en forma coordinada y a nivel internacional.

(27/11/06 – Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por Alejandro Manrique) – El informe acerca del cambo climático dirigido por Nicholas Stern, asesor económico del gobierno británico y ex economista del Banco Mundial, vislumbra un panorama desalentador si el mundo no se decide a tomar acciones drásticas para controlar la contaminación ambiental.

El minucioso y preciso documento, de unas 700 páginas, establece que ignorar el cambio climático de la Tierra puede tener consecuencias desastrosas para la economía mundial y puede crear doscientos millones de refugiados.

El reporte destacó que la clave para solucionar la crisis medioambiental es lograr el apoyo de los países que más polución emiten a la atmósfera, como Estados Unidos, China e India, para reducir las emisiones de dióxido de carbono causantes del efecto invernadero.

Al presentar el informe en Londres, Stern dijo que retrasar las medidas en diez años situará al mundo en un “territorio peligroso” y “no debemos permitir cerrar esta oportunidad” pues es una necesidad urgente.

Se estima que de no actuar rápidamente, los costos serían mayores al de la Gran Depresión económica de los años 1930 y las dos Guerras Mundiales combinados, llevando a la peor recesión global en la historia reciente.

El proceso de calentamiento del planeta es complejo, con la posibilidad que avance más rápido y su intensidad sea mayor de lo previsto por estudios anteriores.

El cambio climático podría afectar el acceso al agua potable, la producción de alimentos, la sanidad y el medio ambiente. Las temperaturas globales pueden aumentar entre dos y tres grados en los próximos cincuenta años, mientras que si la emisión de gases continúa en alza, el calentamiento sería aún mayor.

Entre otras consecuencias del cambio climático, las inundaciones que resultarían de la elevación del nivel del mar podrían desplazar a unos 100 millones de habitantes, al igual que la desaparición del 40 por ciento de la fauna y flora esencial para los ecosistemas del planeta.

Objetivos

El informe, considerado el primer aporte al debate del calentamiento global llevado a cabo por un economista, precisa que el cambio del planeta puede reducir la economía mundial en un quinto y afectar a 200 millones de personas debido a las sequías e inundaciones.

Para Stern, si cada país contribuyera con el uno por ciento de su producto bruto interno a combatir el calentamiento de la Tierra, el problema sería mucho menor.

El economista explicó: “Hemos mostrado que la magnitud de los riesgos es muy grande y debe ser tomada en cuenta en la clase de inversiones que el mundo hace hoy y en los patrones de consumo que tenemos”.

En este aspecto, los dirigentes de Gran Bretaña se comprometieron a liderar una respuesta internacional para combatir el llamado efecto invernadero y confirmaron la contratación del ex vicepresidente norteamericano Al Gore, como consejero medioambiental.

El documento subrayó que las naciones emisoras de polución deben “pagar el precio” por los problemas que le están causando al planeta y se destacó que si no se toman medidas urgentes para detener esa tendencia, el mundo irá hacia “cambios climáticos catastróficos” que crearán recesión mundial y miles de muertes.

Los países más pobres del mundo serán los más afectados por el cambio climático, advirtió Stern, quien consideró que la comunidad internacional tiene la obligación de ayudarles.

El reporte coincide con nuevos datos, divulgados por las Naciones Unidas, que muestran una tendencia creciente en la emisión de gases que provocan el efecto invernadero.

Latinoamérica

En un apartado sobre América Latina, el llamado documento “Stern” puntualiza que las condiciones de vida y el sustento de millones de personas podrían resultar perjudicados.

La región es afectada por la variabilidad del clima, ya que la economía depende en gran medida de los recursos naturales. Para el año 2050, de acuerdo al texto, la producción de maíz en los países sudamericanos puede caer un promedio cercano al quince por ciento.

El informe también recuerda que en el Amazonas habitan cerca de un millón de personas pertenecientes a cientos de grupos indígenas diferentes, y la zona es fuente de ingresos y de vitales suministros farmacéuticos.

Ecología versus Economía

Hasta el momento, quizás, el argumento del calentamiento global parecía una disputa directa entre la convicción ecologista de actuar y la permanente oposición justificada por la economía. Ahora, son los mismos economistas los que claman por una acción urgente.

El problema no es solamente de índole ambiental, sino que involucra a todos: desde la economía y el desarrollo, la agricultura, las finanzas, el transporte, la vivienda, el comercio y la salud humana.

Los dirigentes políticos mundiales fueron advertidos sobre que afrontar el calentamiento global hará ahorrar dinero a los países. Será más fácil atacar el problema a tiempo que enfrentarse con las consecuencias que el cambio del clima representa para la economía mundial.

El abatimiento de las emisiones de carbono debe ser visto como una inversión, dice el reporte. Si las inversiones se hacen en forma adecuada y eficiente, los costos se podrán manejar y habrá un amplio rango de oportunidades para el crecimiento y desarrollo.

De acuerdo con Stern, enfrentar el problema no es tan caro como los especialistas opinan y las inversiones en fuentes de energía con tecnología de bajo contenido de carbono podrían estimular a la economía global.

Mantener las emisiones bajo control es una tarea titánica pero necesaria. Según Stern, para el 2050 al menos el 60% de la capacidad global de energía deberá provenir de fuentes que no usen carbono, tales como eólica, solar o reactores nucleares. Actualmente, la proporción es de menos de un 20%.

Es interesante destacar que la Agencia Internacional de Energía predice que 15 trillones de dólares de inversión en nuevas fuentes de energía se necesitarán los próximos 15 años. Un masivo programa de cambio que, sin dudas, nos llevará hacia un sistema de energía sin emisión de carbono.

Compromiso internacional

Los Estados Unidos han rehusado adherirse al Protocolo de Kyoto, el acuerdo internacional sobre las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, porque su gobierno aduce que perjudicaría a la industria y el firme crecimiento económico que experimentan.

Pero no se puede achacar la culpa exclusivamente a los políticos como muchos están convencidos: de acuerdo con una encuesta del Pew Research Center difundida hace dos semanas, el ciudadano de Estados Unidos aún considera al calentamiento global como una política de baja prioridad –muy por debajo de los conflictos que su nación tiene fronteras afuera, la economía, o la salud-, con menos de la mitad de los encuestados que lo creen un tema muy importante.

Posiblemente sea comprensible que la gente se concentre en problemas que se presentan en tiempo real, pero cuanto más se ignore el tema del calentamiento global, menores serán las chances de tratarlo y se llegará a un estado de efectos irreversibles.

Los países desarrollados han dejado de lado la evidencia científica del calentamiento global, al tiempo que han argumentado que el cambio climático no debería ser tomado en cuenta en forma prioritaria, dado que representaría un gran obstáculo para el desarrollo económico.

Los estudios previos desestimaron el impacto económico del calentamiento global porque no tomaron en cuenta los efectos colaterales. En general, los países pobres, especialmente aquellos ubicados en áreas tropicales, se verán afectados mayoritariamente y sus problemas económicos originarán probables inestabilidades.

En la presentación del reporte, Stern hizo hincapié en que el calentamiento global es un caso especial en el cual los precios que la gente paga por gasolina, energía eléctrica y otros productos energéticos, no reflejan sus costos verdaderos, entre ellos el impacto de los gases de efecto invernadero. Explicó: “Nuestras emisiones afectan las vidas de otros y cuando la gente no paga por las consecuencias de sus acciones, tenemos una falla del mercado. Esta es la falla del mercado más grande que el mundo ha presenciado”.

Existen varias formas de tratar esas fallas del mercado, entre ellas impuestos y mecanismos obligatorios que fuercen a las corporaciones y otras organizaciones a pagar por los efectos negativos de sus actividades, tales como la contaminación ambiental.

Llegar a un consenso político mundial será extremadamente difícil. Para muchos se trata del mayor desafío que se presenta para el sistema político internacional, un paso donde la decisión colectiva es necesaria por todos los principales países protagonistas.

La escala de tiempo involucrada tampoco tiene precedentes. Las acciones que hoy se reclaman al sistema, solamente verán resultados a mediados de siglo y más allá. Por primera vez, se solicita al sistema político mundial que tome decisiones sobre riesgos para sus pueblos que están fuera del período de tiempo de cualquier proceso eleccionario. El propósito es el de asegurar y salvaguardar el planeta para las futuras generaciones.