Cerca de 20 mil niños y niñas mueren todos los años en América Latina y el Caribe antes de cumplir los 5 años a causa de enfermedades diarreicas agudas. Podría evitarse, si existiesen adecuados servicios de agua y saneamiento para toda la población.
(01-04-03 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Más del 40 por ciento de los niños menores de 5 años en América Latina no tienen acceso adecuado a servicios de agua y saneamiento, revela un comunicado de prensa del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF).
Aunque existen algunas diferencias en las definiciones entre países y culturas, y entre zonas rurales y urbanas, los servicios de agua y saneamiento involucran una serie de actividades de infraestructura y prevención.
Esteban Castro, profesor titular de sociología y director de investigación sobre el agua en el Instituto de Investigación sobre el Cambio Ambiental y la Sustentabilidad de la Universidad de Newcastle, Inglaterra señala: “En general, se prefiere distinguir entre saneamiento básico, que alude a los servicios de agua corriente y cloacas, y saneamiento integral, que incorpora otras cuestiones adicionales tales como el control de los vectores infecciosos y la recolección y el tratamiento de la basura sólida”.
Según el experto, dadas las enormes carencias que siguen existiendo a nivel internacional en el acceso a los componentes más básicos, en general, cuando se habla de saneamiento, se están teniendo en cuenta dos servicios: el agua potable para beber y la recolección segura de excretas.
Por la falta de condiciones de higiene adecuada e infraestructura de saneamiento y agua segura, en América Latina y el Caribe, alrededor de 20 mil niños y niñas no llegan a los cinco años porque fallecen a causa de enfermedades diarreicas agudas totalmente prevenibles.
De acuerdo con datos de UNICEF, en la región, sólo el 14 por ciento de las aguas residuales son tratadas. Para colmo, el 40 por ciento de los residuos sólidos no son dispuestos en forma adecuada, lo que contamina la tierra y los cuerpos de agua.
Existe otro dato para destacar la gravedad de la situación: en América Latina y el Caribe, 124 millones de personas no cuentan con un retrete adecuado que permita conseguir privacidad, dignidad, limpieza y un ambiente saludable. Así, se ven obligadas a defecar al aire libre o a usar instalaciones deficientes para la disposición de sus excretas.
“La falta de acceso a estos servicios, y de tratamiento adecuado de las aguas cloacales tienen un impacto muy significativo sobre la salud humana y los ecosistemas”, señala Castro. Y agrega: “No es de extrañar entonces, que la Organización Mundial de la Salud estime que entre un cuarto y un tercio de las enfermedades y de la mortalidad humana están asociadas con factores ambientales, entre los cuales los problemas relacionados con la gestión del agua y sus servicios esenciales ocupan un lugar destacado”.
Si bien ha habido avances muy importantes desde la década de 1970, las condiciones de los servicios de saneamiento siguen siendo inaceptables en muchos países y regiones.”A pesar de los compromisos asumidos formalmente en años recientes por parte de los gobiernos de los países industrializados y de las instituciones de desarrollo internacional, las metas establecidas para reducir las carencias en los servicios de saneamiento no se están cumpliendo, especialmente en los países más necesitados, como en África y en parte de Asia y América Latina”, asegura Castro.
Para el experto, el logro de las metas internacionales para los servicios de saneamiento sólo puede lograrse con un esfuerzo conjunto de fuerzas sociales y políticas, con un rol necesariamente central del sector público, dada la escala de las inversiones y la magnitud de los esfuerzos requeridos.