Un trabajo realizado en el “Banco Nacional Público de Sangre de Cordón Umbilical” del Hospital Garrahan de Buenos Aires demostró la importancia de disponer en la Argentina de muestras “nativas” de la población. La sangre de cordón umbilical de los recién nacidos es de utilidad en el tratamiento de pacientes que necesitan un transplante de médula ósea. El estudio fue presentado durante el XI Congreso Argentino de Medicina Transfusional.
(21/9/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo) – Al comparar las muestras de sangre de cordón umbilical recolectadas en la Argentina con las del banco más grande del mundo, el de Nueva York, un equipo de médicos halló que las muestras locales tienen una escasa representación en ese banco estadounidense. A consecuencia de ello, realzan la importancia de disponer de muestras de diferentes perfiles étnicos de la Argentina, ya que su población “posee menores probabilidades de hallar un donante compatible en los registros internacionales”.
La sangre de cordón umbilical es rica en células progenitoras hematopoyéticas, que se utilizan como alternativa al trasplante de médula ósea. En especial, son de gran utilidad para tratar enfermedades oncológicas como la leucemia o los linfomas.
Los bancos públicos de sangre de cordón umbilical tienen como objetivo tener muestras disponibles para los pacientes que las necesiten en cualquier lugar del mundo. Son donaciones altruistas que los padres de un recién nacido realizan en las maternidades, y que cada banco incorpora en un registro internacional.
“En nuestro trabajo demostramos que el perfil de las unidades de sangre de cordón que conservamos en el único banco público de Argentina tiene una representación muy baja en el banco más grande del mundo, lo cual muestra la importancia de realizar colectas en nuestro país”, dice a la Agencia CyTA Ana del Pozo, quien lideró el estudio y es directora del banco público argentino, que funciona en el Hospital Garrahan, en Buenos Aires.
Los resultados de la investigación fueron presentados durante el “Simposio Internacional de Sangre de Cordón Umbilical” realizado en el “XI Congreso Argentino de Medicina Transfusional” que acaba de concluir y que fue organizado por la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología (AAHI), en Buenos Aires.
Colecta a distancia
Otro trabajo, presentado por el mismo equipo de médicos durante el congreso mencionado mostró la experiencia de colecta a distancia de muestras de sangre de cordón. La colecta se hizo en dos clínicas privadas de Rosario, desde noviembre de 2006 a mayo de 2007, y las muestras fueron enviadas al Hospital Garrahan. En total se inscribieron 49 donantes del Sanatorio Británico y del Hospital Italiano de esa ciudad santafesina, y se realizaron 44 colectas.
“El objetivo fue demostrar que es conveniente centralizar la actividad del procesamiento y la guarda de unidades de sangre de cordón, porque los costos operativos y de mantenimiento son muy altos. Cuanta más utilidad le da uno a un equipo, mayor es su eficiencia. Además, es necesario sumar personal especializado”, explica Ana del Pozo.
“En Brasil, con 180 millones de habitantes se calcula que son necesarios diez centros de sangre de cordón debido a las grandes distancias, y por la cantidad de habitantes. En la Argentina somos 39 millones, entonces un banco central por lo menos hasta hoy es suficiente”, agrega la especialista.
¿Por qué es necesario recolectar esas células en lugares diferentes? Del Pozo explica que es fundamental hacerlo para tener representados en el banco perfiles genéticos de toda la población. “Si colectamos del nordeste, del noroeste, del oeste y del sur, vamos a tener un mapa de nuestra población. Esa es la razón por la que hacemos las colectas en lugares distantes. Organizar esta actividad es posible y tiene buenos resultados”, dice.
El banco público que funciona en el Hospital Garrahan desde abril de 2005 está ahora en negociaciones para firmar convenios con maternidades de hospitales y clínicas de diferentes provincias, como Jujuy, Chaco y Tucumán, con el fin de aumentar la cantidad y diversidad de muestras.
Inversión en lo público
En la actualidad, el banco público argentino de sangre de cordón conserva alrededor de 900 muestras. “El 75% de las personas, ya sean niños o adultos, no tienen un donante compatible entre sus familias. Luego tienen la posibilidad de los registros internacionales, en los que están los donantes de médula ósea y la sangre de cordón”, informa Del Pozo.
La especialista destaca que el donante de médula ósea es un “donante virtual” porque, si bien está registrado, puede ocurrir que no esté disponible cuando se lo llama. Por el contrario, la sangre de cordón a partir de la donación está siempre disponible. Otra ventaja es que la sangre de cordón permite que el paciente necesite menor compatibilidad que cuando uno transplanta médula de donante no familiar.
En el mundo, y también en la Argentina, cada vez se crean más bancos privados de sangre de cordón. “¿Por qué es importante que exista un banco público?”, Del Pozo es contundente: “El banco público tiene como propósito que sus muestras estén a disposición de cualquier persona que lo necesite, tanto de nuestro país como del exterior. El desafío es que el público sepa que alentamos la guarda pública, y que desalentamos la guarda privada. Creemos que la inversión en lo público le sirve a toda la población”.