Bajo el interrogante ¿De clásico nacional a clásico universal?, anteayer (4 de agosto) en una charla abierta en el Goethe Institut, el filólogo alemán Berthold Zilly comentó las peripecias del trabajo de traducción de la obra “Facundo” de Domingo Faustino Sarmiento. Publicado en 1845 y reconocido como un libro esencial de la lengua castellana, no tardó en ser traducido al francés y al inglés. Ahora, está al alcance del público de habla alemana.

(06/08/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Cristina Gozzi). – La colección Die andere Bibliothek (La otra biblioteca) de la editorial alemana Eichborn, integrada por un catálogo exquisito, compuesto por temas que responden a los gustos personales de sus editores, acaba de publicar la primera traducción completa de Facundo, la obra cumbre de Domingo Faustino Sarmiento.

El autor de semejante proeza es Berthold Zilly, consejero académico y profesor del Instituto Latinoamericano de la Universidad Libre de Berlín y profesor honorario de Literatura Latinoamericana de la Universidad de Bremen. Con un castellano perfecto, el filólogo desgranó los vericuetos de la traducción para el público invitado a la reunión efectuada en el marco del Seminario Permanente de Estudios de Traducción y el Plan de Estímulo a la Traducción de la Cámara Argentina del Libro.

Zilly comenzó su charla relatando que empezó a interesar a las editoriales para hacer ese trabajo, luego de concluir en 1994; la traducción de Os Sert?es (Los sertones) de Euclides da Cunha, publicado en 1902, una de las tantas obras de la literatura brasileña que ha traducido al alemán.

Reconoció que el periplo recorrido no fue tarea fácil, aunque admitió que contó con el apoyo de muchos escritores. “Tenía la idea y estaba muy entusiasmado”, confesó.

Había recibido el primer ejemplar de manos del escritor rosarino Leopoldo Mármora. Lamentó que hubiera muerto. “Si estuviera aquí, estaría muy contento”, aseguró.

Zilly reconoció que existe una traducción alemana de Facundo de 1911, tan fragmentaria como cuestionada por sus imprecisiones. No obstante, declaró que la primera traducción parcial fue hecha al alemán. “En un libro sobre inmigración y colonización alemana en Latinoamérica de 1848, editado por la Universidad de Göttingen, están incluidos los dos primeros capítulos y ese tan poético referido a la llegada de Facundo Quiroga al Tucumán, que finaliza con el contraste de su masacre”, relata a un público atónito. “El libro está en la Biblioteca del Instituto Latinoamericano de la Universidad Libre de Berlín”, acotó. Y rescató el interés de Sarmiento en traer inmigrantes, al imaginar que: “Facundo pudo haber sido leído como un recurso publicitario para atraer inmigración europea hacia la Argentina”.

Para Zilly, Facundo tiene un ritmo, una sonoridad y un lirismo elocuentes. “Es un libro híbrido, imposible de ser ubicado en un género. En eso radica su calidad. Son ensayos de carácter literario determinados por su forma estética. En Alemania, no tenemos esa tradición del ensayo político contado con lirismo. Creo que la obra cobró dimensión americana porque Sarmiento se sentía cosmopolita y tenía una conciencia política universal. No sólo se dirigía a sus compatriotas (estando exilado en Chile). Su público también estaba en la diáspora. Y también les hablaba a los europeos. El libro fue concebido para un público internacional, estaba destinado a ser traducido. Fue el mismo Sarmiento quien quiso que fuera traducido al francés y al inglés”, manifestó.

Respecto de las metáforas, reconoció que a veces, no funcionan. “Es tanto el entusiasmo que pone, que no tiene paciencia de elaborar una a fondo antes de pasar a otra”, dijo. Pero resaltó que parte de su atractivo radica en el uso de recursos literarios de todos los géneros.

Admitió que el libro tiene errores históricos, algunos de los cuales el mismo Sarmiento corrigió para la segunda edición. Al respecto, confesó que tuvo que hacer algunas correcciones para que los lectores alemanes no creyeran que había traducido mal.

Zilly reconoció que gran parte de su problema fueron las citas históricas. “Hoy en día, la mayoría del público europeo no está al tanto de la batalla de las Termópilas”, sostuvo.

Otro problema fueron las palabras demasiado genéricas. “Los traductores tenemos la obligación de respetar identidades, y cuando en su lugar aparecen palabras como ‘elemento’ o ‘hecho’, tenemos dificultades”. Pero destacó que Sarmiento no usa muchos argentinismos y que tiene un lenguaje muy internacional.

Zilly trabajó con diez ediciones diferentes, todas con errores, especialmente de nombres extranjeros, lo que le dio la pauta de que no se revisan. “Es sorprendente que no haya buenas ediciones en castellano”, sostuvo. Y agregó: “Busqué recrearlo en un alemán que no sea de hoy, sin modismos modernos, utilizando vocablos que un alemán culto pueda reconocer, para que el efecto sea comparable al que le causa a un hispano-parlante. He intentado resaltar la actualidad del texto, que plantea un problema sumamente moderno: la formación de una sociedad justa, una ciudadanía comprometida, un estado de derecho y las posibilidades de tener un buen gobierno”.

El traductor afirmó que Facundo lo enerva emocionalmente. “Me ha cautivado el idealismo de ese hombre que quiso transformar el país y educar al pueblo”, afirmó. Pero también se sintió conmovido por esa personalidad soberbia, que estando convencida de tener razón adquiría rasgos tan tiránicos que lo acercaban a Rosas. “De haber tenido la posibilidad, no sé si no hubiera sido también él un tirano”, presupuso Zilly.

Repercusión del texto

Zilly se mostró sorprendido por la gran repercusión que tuvo el libro en su país y de la cantidad de notas que hicieron periódicos de Alemania, Suiza y Austria. Y arriesgó dos explicaciones. La primera: “Si bien en Francia se hicieron dos traducciones, una en 1848 y otra en 1911; hoy ya no están”. La segunda: “En Alemania, el tema de la barbarie es muy importante porque tuvimos una barbarie en el mismo centro de la civilización”. Además, relató que el mismo título “Civilización y barbarie” fue tomado por un historiador norteamericano para una historia europea del siglo XX y más tarde, por otros ensayistas.

Para el traductor, la barbarie es un problema que le ha interesado tanto a da Cunha como a Sarmiento. Ambos concluyeron que no viene de las clases subalternas rurales. “En el Rosas calculador, administrador de empresas, hay algo de civilización. ¿De dónde viene la barbarie en Europa en pleno siglo XX?”, se preguntó. “La barbarie también puede venir del centro de la civilización”, concluyó.

Lo cierto es que hoy más de cuatro mil lectores de habla alemana han adquirido por suscripción al Facundo. “Son personas cultas, de nivel universitario, que disfrutan de la buena literatura. Les gusta lo nuevo, tienen espíritu de aventura y están interesados en las temáticas latinoamericanas”, sostuvo Zilly. Como corolario, un recientemente publicado libro de ensayo sobre temas latinoamericanos, ya lleva incluidos capítulos referidos a Sarmiento.

El filólogo lamentó que no hubiera una versión sonora de Facundo en CD. “Serviría para enaltecer la dimensión fónica, la alternancia de vocablos y el ritmo conforme a modelos clásicos”, dijo. Y acotó que si bien durante doce años hubo un abuso de la retórica patética en Alemania, ya ha pasado mucho tiempo, y los alemanes vuelven a tener el derecho a ser patéticos.

Berthold Zilly se despidió con la promesa de traducir otra obra fundacional: “Una expedición a los indios ranqueles” de Lucio V. Mansilla. Quizás el trabajo pueda estar terminado para 2010, el año del bicentenario, cuando la Argentina será la invitada especial de la Feria del Libro de Francfort, la más importante del mundo.

RECUADRO – EL DEBATE PENDIENTE

(06/08/08 – Agencia CyTA, Instituto Leloir. Por C.G.) – Según Roberto Yahni, profesor de literatura argentina de la Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A., “Sarmiento fue el más grande prosista del siglo XIX en la Argentina y en Hispanoamérica”. Si bien siempre fue difícil catalogar a Facundo en un género, Yahni sostiene que responde al “cuadro de costumbre”, que define como un ensayo en forma de cuento. “Lo que distingue al artículo de costumbre es ese ojo que ve y que describe”, afirma.

Para parte del público asistente a la presentación de la traducción al alemán de Facundo, la obra forma parte del debate político que todavía no está terminado.

En la introducción de la obra, Sarmiento pregunta: …”¿No queréis en fin, que vayamos a invocar la ciencia y la industria en nuestro auxilio, a llamarlas con todas nuestras fuerzas, para que vengan a sentarse en medio de nosotros, libre la una de toda traba puesta al pensamiento, segura la otra de toda violencia y de toda coacción? ¡Oh! ¡Este porvenir no se renuncia así nomás! No se renuncia porque un ejército de veinte mil hombres guarde la entrada de la patria: los soldados mueren en los combates, desertan o cambian de bandera. No se renuncia porque la fortuna haya favorecido a un tirano durante largos y pesados años: la fortuna es ciega, y un día que no acierte a encontrar a su favorito entre el humo denso y la polvareda sofocante de los combates, ¡adiós tirano!, ¡adiós tiranía! No se renuncia porque todas las brutales e ignorantes tradiciones coloniales hayan podido más en un momento de extravío en el ánimo de masas inexpertas; las convulsiones políticas traen también la experiencia y la luz, y es ley de la humanidad que los intereses nuevos, las ideas fecundas, el progreso, triunfen al fin de las tradiciones envejecidas, de los hábitos ignorantes y de las preocupaciones estacionarias. No se renuncia porque en un pueblo haya millares de hombres candorosos que toman el bien por el mal; egoístas que sacan de él su provecho; indiferentes que lo ven sin interesarse; tímidos que no se atreven a combatirlo; corrompidos, en fin, que, no conociéndolo, se entregan a él por inclinación al mal, por depravación; siempre ha habido en los pueblos todo eso, y nunca el mal ha triunfado definitivamente. No se renuncia porque los demás pueblos americanos no puedan prestarnos su ayuda; porque los gobiernos no ven de lejos sino el brillo del poder organizado, y no distinguen, en la oscuridad humilde y desamparada de las revoluciones, los elementos grandes que están forcejeando por desenvolverse; porque la oposición pretendida liberal abjure de sus principios e imponga silencio a su conciencia, y, por aplastar bajo su pie un insecto que inoportuna, huelle la noble planta a que ese insecto se apegaba. No se renuncia porque los pueblos en masa nos den la espalda a causa de que nuestras miserias y nuestras grandezas estén demasiado lejos de su vista para que alcancen a conmoverlos. ¡No!, no se renuncia a un porvenir tan inmenso, a una misión tan elevada, por ese cúmulo de contradicciones y dificultades. ¡Las dificultades se vencen, las contradicciones se acaban a fuerza de contradecirlas!”.

Ojalá podamos presentar en la Feria de Francfort de 2010, obras que avalen que estamos trabajando para responder a la inquietud expresada por nuestro sanjuanino ilustre.