Demuestran que células del sistema inmune genéticamente modificadas pueden reducir tumores en estado avanzado en humanos. Células de pacientes con cáncer de piel fueron genéticamente modificadas para adquirir la capacidad de reconocer y combatir a las células cancerígenas y se reinyectaron a 17 pacientes. Dos de ellos fueron declarados clínicamente libres de la enfermedad al cabo de un año y medio de tratamiento. El método en experimentación sería tambien promisorio para tratar otros tipos de cáncer
(5/09/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Desde hace varios años que Steven A. Rosenberg, doctor del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, realiza estudios para desarrollar métodos orientados al fortalecimiento del sistema inmune. El objetivo es que las propias defensas del cuerpo puedan destruir tumores malignos que se multiplican en pacientes que padecen cáncer.
Un equipo de científicos que encabeza Rosenberg logró modificar genéticamente células T, unidades del sistema inmune para que posteriormente fueran capaces de identificar y combatir a las células cancerígenas en pacientes con cáncer de piel, según revela la revista científica Science en el sitio web The Science Express de agosto.
El experimento se realizó por etapas. Extrajeron células T de un grupo de pacientes que padecían melanoma en estado avanzado. En el laboratorio, mediante técnicas de terapia génica, modificaron el ADN de lás células inmunes. Para esto utilizaron retrovirus, un tipo de virus que usaron como “vehículo” para insertar un gen que posibilita que los receptores de las células T reconozcan y combatan a las células cancerosas.
Posteriormente estas células modificadas fueron inyectadas a 17 pacientes. Tras un año y medio de tratamiento experimental, los tumores de dos pacientes se redujeron de forma significativa. Mediante una operación fueron extirpados definitivamente y ambos pacientes fueron declarados clínicamente libres de la enfermedad.
Los investigadores son cautelosos y aseguran que los resultados son experimentales. Si bien el trabajo realizado en el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos consiguió resultados positivos solamente en dos pacientes, de todas formas constituye un avance notable, dado que sería la primera vez que se demuestra que las células inmunes genéticamente modificadas pueden reducir tumores en estado avanzado en humanos.
Rosenberg sostiene que el objetivo consiste en lograr que las células T genéticamente manipuladas puedan persistir en el sistema inmune en mayor cantidad durante el tiempo que sea necesario. Agrega además que el método también podría aplicarse a tratamientos orientados a la cura de otros tipos de cáncer como el de mama, pulmón o hígado.