Un estudio no invasivo que permite medir cadmio – un metal que integra la lista de sustancias cancerígenas presentes en el humo de tabaco- fue desarrollado por investigadores del CONICET. La técnica se basa en el análisis de muestras de saliva y orina. Asimismo una investigación realizada por los científicos confirmó la existencia de una correlación directa entre el grado de exposición al humo de tabaco y los niveles de cadmio en orina y saliva de los sujetos estudiados.
(07/06/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Investigadores argentinos diseñaron una metodología sencilla, económica y no invasiva para medir niveles de cadmio en fumadores, tanto activos como pasivos. Los resultados de este trabajo – que forma parte de la tesis doctoral de la bioquímica María Carolina Talio, de la Universidad Nacional de San Luis y becaria de CONICET– fueron publicados en la edición de mayo de la revista The Science of the total environment.
“El cadmio es un metal que integra la lista de sustancias cancerígenas presentes en el humo de tabaco”, indicó a la Agencia CyTA la doctora Liliana Fernández, directora de dicha tesis e investigadora del Instituto de Química de San Luis (INQUISAL-CONICET). Y agregó: “El objetivo inicial del estudio fue desarrollar una metodología sencilla para determinar cadmio en muestras biológicas de fumadores como una alternativa a los métodos habituales para el monitoreo de la exposición al humo de tabaco. Habitualmente se determinan sustancias nocivas como la cotinina, la nicotina y la carboxihemoglobina, entre otras, como parámetros de la exposición al humo de tabaco y la evaluación se realiza en muestras de plasma sanguíneo y orina.”
En este sentido, el trabajo de las investigadoras estuvo dirigido al empleo de muestras de saliva y orina a las que se accede por medio de muestreo no invasivo “lo que resulta muy ventajoso a la hora de realizar análisis a niños y ancianos”, señaló la doctora Fernández. Y continuó: “Adicionalmente pudimos confirmar la existencia de una correlación directa entre el grado de exposición al humo de tabaco y los niveles de cadmio en orina y saliva de los sujetos estudiados.”
Directo al organismo
En el caso del cadmio presente en el humo del tabaco, la doctora Fernández indicó que la población fumadora es la más expuesta al cadmio, debido a que un cigarrillo contiene entre 1 y 2 microgramos de ese metal, de los que se inhalan de 0,1 a 0,2 microgramos, se absorbe el 50 por ciento aproximadamente y se deposita en el pulmón el 25%. “El cadmio ingresa al torrente sanguíneo luego de ser absorbido en el tracto respiratorio” explicó la doctora. Fernández. Y continuó: “Una vez absorbido, el cadmio es transportado por el torrente circulatorio hasta el hígado, en donde se une a una proteína específica. Pequeñas cantidades de ese complejo proteína-cadmio pasan continuamente del hígado a la sangre, para ser transportado a los riñones. Estos órganos logran excretar sólo un pequeño porcentaje, pero la mayoría termina acumulándose en sus tejidos.”
Asimismo las autoras señalan que la concentración del metal en el riñón es casi 10 mil veces más alta que en el torrente sanguíneo. “Se estima que la vida biológica del cadmio en los humanos varía entre 13 y 40 años. Un fumador que consuma un paquete de cigarrillos por día puede absorber, durante ese lapso, casi el doble del cadmio absorbido por un no fumador”, subrayó la investigadora del CONICET.
Para tener un panorama sobre los efectos nocivos del cadmio, las autoras del estudio destacan que las intoxicaciones crónicas producidas por cadmio provocan efectos tales como pérdida de peso, anemia, pigmentación amarilla en el esmalte de los dientes, alteración en el funcionamiento renal, rinitis, bronquitis, enfisema pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, lesiones óseas y cáncer.
Hecho en San Luis
La metodología desarrollada por las investigadoras, y descrita en la mencionada revista científica, se basa en el empleo de sustancias tensoactivas (detergentes) que permiten la separación del cadmio presente en las muestras biológicas. “Previamente se ha adicionado un colorante y otras sustancias para convertir al metal en un compuesto fluorescente. En la etapa determinativa se hace uso de un equipamiento de mediano costo denominado espectrofluorómetro que permite hacer las mediciones de cadmio presente en las muestras”, puntualizó Fernández. Y recalcó “que como ventaja del uso de tensoactivos frente a la extracción convencional con solventes orgánicos, debemos mencionar que estas sustancias presentan baja toxicidad y volatilidad”.
Durante el estudio, se analizaron muestras de saliva y orina de 45 individuos: ocho no fumadores, siete fumadores pasivos, seis fumadores de 5 cigarrillos diarios, siete fumadores de 10 cigarrillos diarios, seis fumadores de 20 cigarrillos, diez fumadores de 40 cigarrillos diarios y un individuo con hábito de masticar tabaco. “Las concentraciones de cadmio halladas en saliva y orina fueron significativamente superiores para individuos fumadores que en aquellos no fumadores; la mayor exposición se relacionó con el hábito de masticar tabaco”, destacó Fernández.
Los resultados obtenidos además de ser oportunamente presentados en eventos científicos, han servido de motivación para la realización de Talleres sobre Tabaquismo en el ámbito de colegios secundarios de la ciudad de San Luis. “Realizamos actividades de educación y divulgación que se centran en los jóvenes dado que son un grupo de riesgo en esta temática. Además de estar presentes en la feria del libro recientemente celebrada, hemos colocado afiches explicativos de nuestros trabajos de investigación en lugares públicos de nuestra ciudad para brindar información al público en general. Esta actividad tuvo lugar cuando recientemente se conmemoró el día mundial del aire puro, instituido en 1977 por la Organización Mundial de la Salud”, concluyó Fernández.
La doctora Liliana Fernández (izq.) y la bioquímica María Carolina Talio realizando el Taller de Tabaquismo en la 36° Feria Internacional del Libro (06/05/2010).
Créditos: Instituto de Química de San Luis