Las palomas son consideradas una plaga en la Argentina. Su superpoblación amenaza los cultivos de girasol, sorgo, cebada y trigo, entre otros. Investigadores del INTA proponen hacerles frente mediante un manejo integrado que apunta a reducir los daños en los cultivos así como la tasa de crecimiento de la población de palomas.
(13/08/10 – Agencia CyTA –Instituto Leloir)-. “La superpoblación de palomas torcazas se transforma en problema al destruir cultivos de girasol, sorgo, cebada y trigo en las provincias de Chaco, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa y Buenos Aires”, explicó Jaime Bernardos, especialista en manejo de vida silvestre del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Anguil –La Pampa al ser consultado por INTA informa, publicación de esa institución.
En los últimos cuatro años “la paloma tuvo un crecimiento exponencial debido a la expansión de la superficie agrícola, la presencia de montes cercanos a los cultivos –lugar perfecto para que la población de palomas se reproduzca– y la disponibilidad de agua. “Mientras la paloma tenga alimento tendrá los recursos para seguir creciendo”, indicó Bernardos.
Según el técnico de Anguil, las características ecológicas de las palomas medianas las hacen particularmente exitosas en su adaptación a los cambios en los agroecosistemas ya que poseen alta supervivencia, oportunismo para la reproducción y oportunismo dietario.
Por su parte, en el informativo de INTA, Sonia Canavelli, especialista en ecología y conservación de vida silvestre del INTA Paraná, remarcó que “el manejo de los daños ocasionados por aves en cultivos u otras producciones extensivas presenta un desafío particular, pues no existe una única medida de control que ofrezca resultados inmediatos, eficiente en términos económicos y con bajo impacto ambiental”.
Enfoque integrado
El enfoque del INTA apunta, entre otras medidas, a reducir los daños y la tasa de crecimiento de la población de las palomas. En este sentido se realizan ensayos de limpieza del extracto arbustivo, práctica con la que se logró una merma del 75 por ciento en la cantidad de nidos.
Además, según Canavelli, quien trabaja en un proyecto sobre “Bases ecológicas, sociales y tecnológicas para disminuir los conflictos entre las actividades agropecuarias y las especies silvestres”, uno de los principales factores que regularían la abundancia de palomas medianas sería el alimento disponible a lo largo del año. En este sentido, son de gran utilidad aquellas medidas que apuntan a la disminución de la cantidad de granos disponibles en el campo. Esta acción contribuiría a mantener las poblaciones de palomas en niveles tolerables, además de aumentar las ganancias.
La única alternativa de manejo efectiva por sí sola en el corto, mediano y largo plazo, es la exclusión de las aves del lote mediante redes o tramas multifilamentos, lo cual es factible sólo en cultivos intensivos de alto valor, indicaron los investigadores.
Asimismo, Canavelli afirmó que “es crucial incorporar el manejo del daño por aves dentro del esquema general de manejo del cultivo, incluso antes que el cultivo esté implantado, y no esperar a tener las aves en el lote para analizar qué medidas tomar. Finalmente, es fundamental monitorear frecuentemente los lotes, para aplicar las estrategias y tácticas necesarias en el momento adecuado”.
María Elena Zaccagnini –coordinadora del área estratégica de Gestión Ambiental– explicó en el informativo de INTA que “en la Argentina no hay productos registrados para el control de aves, por lo cual el uso de cebos tóxicos está prohibido. Estos métodos generan fuertes impactos ambientales, no sólo para las aves sino para toda la red alimentaria, con lo cual los impactos de toxicidad pueden llegar a afectar la salud humana”.
Otras sugerencias recomendadas por los investigadores del INTA para controlar las poblaciones de Paloma son controlar eficientemente las malezas e insectos, los cuales pueden atraer a las aves a los lotes antes que el cultivo esté maduro, cosechar anticipadamente, para disminuir el período de susceptibilidad del cultivo y disminuir las pérdidas de granos durante el transporte, entre otras.
El control de palomas que afectan los cultivos de girasol, de sorgo, de cebada y de trigo, requiere de un enfoque integrado.
Créditos: INTA