Investigadores argentinos y del exterior analizaron 650 mil partidas rápidas de ajedrez realizadas mediante Internet. El objetivo fue estudiar el comportamiento frente a la toma de decisiones. El estudio sugiere que en situaciones de gran presión temporal conviene seguir la intuición sin reflexionar exhaustivamente sobre la decisión a tomar. Los resultados del trabajo fueron publicados en Frontiers in Neuroscience.
(17/01/11 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Científicos de los departamentos de Física y de Computación de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y colegas del exterior realizaron una investigación que años atrás podría haberse emparentado con la “ciencia ficción”. A través de un robot –constituido por cerca de 10 mil computadoras, dotadas de un software específico para el caso– analizaron un total de 650 mil partidas de ajedrez de tres minutos de duración desarrolladas mediante Internet.
“El ajedrez rápido constituye un valioso laboratorio para estudiar la toma de decisiones. También sirve como modelo para el estudio de complejos procesos del pensamiento y de funciones cognitivas”, explicó a la Agencia CyTA el autor principal del estudio, el doctor Mariano Sigman, director del grupo de investigación en Neurociencia Integrativa de la Facultad del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigador del CONICET. Y agregó: “Nuestro robot comenzó a funcionar en mayo de 2009 y terminó en enero de 2010 de descargar y analizar las sucesivas jugadas de las 650 mil partidas estudiadas. Para tener una idea del volumen de información analizada, esa cantidad equivale a la actividad de una persona que ha jugado partidas de ajedrez de tres minutos durante 27 años, frente a una computadora sin interrupciones.”
El robot fue armado por Diego Fernández Slezak, doctor en computación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. En el estudio –publicado en la revista científica Frontiers in Neuroscience– también participaron científicos del Centro de Investigaciones de IBM en Nueva York, Estados Unidos.
Un laboratorio único
“El volumen de datos analizados implicó disponer de un laboratorio de estudio sobre la toma de decisiones que supera a los tradicionales experimentos psicológicos sobre cognición en la que suelen participar un número limitado de sujetos”, indicó Mariano Sigman. Y agregó: “A través del análisis cuantitativo de la distribución de los tiempos de las sucesivas jugadas pudimos deducir no sólo la interacción entre los jugadores –que ocupaban distintas posiciones en el ranking– sino también la estrategia adoptada por cada uno de ellos”.
De acuerdo con Sigman el estudio cuantitativo de la historia de las elecciones de cada jugador permite deducir información sobre esquemas de juego, planes, la forma en que evalúa la capacidad del oponente para realizar o no jugadas arriesgadas y el modo de reacción frente a la presión de tiempo en un partido de escasos tres minutos, entre muchas otras variables.
“El estudio está inspirado en una idea original del gran maestro soviético David Bronstein, uno de los ajedrecistas más importantes del siglo XX. Bronstein, que además fue pionero del ajedrez informático y de la idea de utilizar este juego como vehículo para comprender el pensamiento, anotaba (a mano, en un dibujo) los tiempos de cada jugada. Luego analizaba si estos tiempos habían sido dedicados de manera eficiente. Este estudio retoma esta posta en una escala que para el mismo Bronstein hubiese sido inusitada”, indicó Sigman a la Agencia CyTA. Y agregó: “Esto permite pasar de una descripción verbal del relato de una partida a emergentes estadísticos, elementos del esqueleto de todas las decisiones que son comunes a un ‘jugador universal’”.
Un aspecto interesante de los resultados es que en situaciones de estas características la toma de decisiones dista de ser óptima, aseguró Sigman. De acuerdo con el investigador del CONICET hay dos instancias en las que esto resulta muy claro. “La primera es que en situación de gran presión temporal, recurrentemente un jugador utiliza más tiempo del que resultaría optimo. Utilizar mas tiempo mejora la calidad de la decisión, pero el costo, que puede ser medido precisamente sobre este volumen de datos, es demasiado alto. Dicho de manera simple, en situaciones de gran presión temporal conviene seguir la intuición sin reflexionar exhaustivamente la decisión tomada”, subrayó.
El estudio del ajedrez –juego entre dos personas, cada una de las cuales dispone de 16 piezas movibles que se colocan sobre un tablero dividido en 64 escaques– constituye sólo un ejemplo que avecina un cambio de paradigma. “La cognición humana, nuestras decisiones, nuestras elecciones, el reporte de nuestros gustos, nuestros textos, están hoy volcadas en un gran repositorio común (la web) que puede ser amalgamado, fragmentado y analizado para una comprensión antes inconcebible del pensamiento humano”, destacó Sigman.
Los autores del estudio citan al conocido jugador de ajedrez ruso Gary Kasparov quien en su libro “Cómo la vida imita al ajedrez”, sugiere que el ajedrez es más que una metáfora: el ajedrez es un modelo que permite entender y mejorar la toma de decisiones en cualquier otra situación.
Para analizar las 650 mil partidas de ajedrez, se empleó un robot compuesto de 10 mil computadoras.
Créditos: FICS