Un equipo argentino desarrolló un nanochip de 40 nanómetros que hace posible realizar comunicaciones de fibra óptica a una velocidad de 40 gigabits por segundo, lo que equivale a la transmisión de cerca de diez mil canales de televisión de alta definición. Los dispositivos efectúan un procesamiento electrónico de la señal con el fin de corregir las distorsiones de las fibras ópticas y lograr transmitir mayor cantidad de información, más rápido, y con mejor definición.
(13/04/11 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. La fibra óptica no es un medio perfecto para la transmisión de datos ya que la información que viaja largas distancias suele sufrir distorsiones y atenuaciones. En este contexto ingenieros de una empresa que opera en la ciudad de Córdoba desarrollaron nanochips en tecnología CMOS (que emplea circuitos integrados digitales) de 65 y 40 nanómetros que cumplen la función de corregir esa distorsión. El primero ya está en el mercado y el segundo está siendo evaluado en el laboratorio.
Pero, ¿qué es exactamente un chip? “Un chip es un dispositivo pequeño –fabricado con silicio y otros materiales- que contiene transistores con múltiples funciones. Por ejemplo, son capaces de procesar gran cantidad de información en computadoras o desempeñar funciones de procesamiento de señales en sistemas de comunicaciones o en diversos equipos electrónicos”, explicó a la Agencia CyTA el ingeniero cordobés Oscar Agazzi –egresado de la Universidad Nacional de Córdoba.
Agazzi –quien se doctoró en ingeniería electrónica en la Universidad de Berkeley, Estados Unidos- preside ClariPhy Argentina S.A., una empresa que desarrolla chips de última generación para ser usados en el campo de las telecomunicaciones y que se puso en marcha en 2006 en la ciudad de Córdoba.
Agazzi señala que “en la empresa trabajamos 40 ingenieros. Todos son argentinos y muchos se formaron en el Laboratorio de Comunicaciones Digitales de la Universidad Nacional de Córdoba. Desarrollamos chips para hacer comunicaciones por fibra óptica”.
Avance de la fibra óptica
“Quizás en poco tiempo vastas regiones del planeta estarán atravesadas por una cantidad de redes de fibra óptica, que en conjunto formarán una gigantesca telaraña invisible, por las que circulará todo tipo de información en el campo de las comunicaciones”, vaticina Agazzi. Y explica: “La fibra óptica es un cable fino de vidrio a través del cual es posible mandar luz a grandes distancias. Esta luz puede contener mucha información de distinto tipo, en formato digital, la que al ser procesada por los chips se traduce en datos, videos, y voz, en teléfonos o computadoras, por ejemplo.”
Según explica el especialista la información puede viajar por enlaces satelitales u otras vías, “pero en la actualidad el medio más económico es la fibra óptica, la que está desplazando a los otros medios. Hoy en día hay cables ópticos que cruzan el Atlántico conteniendo un montón de fibras ópticas encapsuladas en un envase protector y que se tiran al fondo del océano por un buque que los va desenrollando. Para dar un ejemplo, la información que va por Internet puede transmitirse a través de estas fibras ópticas.”
Chips nanotecnológicos
Agazzi y sus colegas se dedican, entre otros proyectos, a corregir la distorsión de la información que viaja a través de las fibras ópticas. “Es a raíz de estas dificultades que nos propusimos desarrollar chips que mediante un procesamiento electrónico corrijan en forma eficiente estas distorsiones a fin de extraer la señal originalmente transmitida desde el otro extremo de la fibra, tal vez a varios miles de kilómetros de distancia”, subrayó Agazzi. Y agregó: “El microchip de comunicación por fibra óptica que desarrollamos es el receptor. La señal se transmite con un láser en el cual se modula la intensidad de la señal transmitida. En el otro extremo del enlace óptico hay un fotodetector que convierte la señal óptica -la luz- en una señal eléctrica. Después esa señal eléctrica se procesa con nuestro microchip y se recupera la información.”
Dicho proceso de recuperación de la información se ha estado haciendo por décadas desde que se inventó la fibra óptica. “Lo novedoso de nuestros proyectos es que apuntamos a realizar un procesamiento electrónico de la señal para corregir las distorsiones de las fibras ópticas y lograr transmisiones de mayor cantidad de información a una mayor velocidad y con una mejor definición.”
Hasta ahora la empresa que preside Agazzi ha desarrollado nanochips en tecnología CMOS (que emplea circuitos integrados digitales) de 65 y 40 nanómetros. “Con el nanochip de 40 nanómetros es posible hacer comunicaciones de fibra óptica a una velocidad de 40 gigabits por segundo. Para dar una idea de lo que representa esta velocidad de transmisión, podemos mencionar que es el equivalente de alrededor de 10 mil canales de televisión de alta definición”, destacó Agazzi.
Los chips en tecnología CMOS de 65 nanómetros y de una capacidad de 10 gigabits por segundo ya se encuentran en el mercado. “Los de 40 gigabits por segundo se están evaluando en el laboratorio pero todavía no se están comercializando”, señaló Agazzi.
Las aplicaciones de esos nanochips pueden ser varias. Además de las telecomunicaciones de largas distancias, esos dispositivos pueden ser de gran utilidad en redes de área local. “Por ejemplo una empresa, que tiene su red propia local de telefonía y de Internet, puede usar este chip. Todas las computadoras de una empresa están interconectadas, y esa interconexión es lo que se llama una red local que a su vez se conecta con una sola red mundial que es Internet, por ejemplo”, explico Agazzi. Y prosiguió: “En la medida que se usen fibras ópticas, el microchip que desarrollamos mejoraría el funcionamiento de la red de comunicación. En esas redes locales todavía se usan mucho los cables de cobre. Las fibras ópticas permiten comunicar cualquier tipo de información que puede ser telefonía, Internet, video o audio.”
La demanda de chips en los países desarrollados es tan grande que a veces no logran satisfacerla con recursos humanos locales, por eso están apareciendo empresas de chips en países en desarrollo. “Un chip no es en sí mismo un producto final sino que los chips son incorporados en equipos electrónicos. En general los chips que se diseñan en países en desarrollo son exportados a países desarrollados que son los que tienen la gran mayoría de las fábricas de equipos electrónicos a nivel mundial.”
La Argentina tiene una oportunidad grande de participar en el desarrollo de chips que tengan como clientes a empresas multinacionales, en base al modelo de “outsourcing” que consiste en la tercerización del trabajo de desarrollo por parte de la empresa multinacional a otras empresas, indica Agazzi. Y concluye: “Este es el modelo en base al cual se desenvuelve ClariPhy Argentina y que permite comenzar a trabajar en una escala relativamente pequeña y con inversiones moderadas. Sería deseable que en la Argentina crezcan más empresas que hagan este tipo de trabajo.”
ClariPhy Argentina S.A, ya puso en el mercado un nanochip para transmisión por fibra óptica. Corrige la distorsión de la información que se transmite por fibra óptica: Internet, transmisión de audio, imágenes y otro tipo de datos.
Créditos: ClariPhy Argentina S.A,