Cinco investigadores argentinos acaban de ser premiados con una beca de la Fundación Guggenheim en la categoría de Ciencias Naturales. Dos de ellos lideran sendos grupos de investigación en la Fundación Instituto Leloir; se trata de los doctores Eduardo Castaño y Marcelo Yanovsky. Con las becas profundizarán estudios en Alzheimer y sobre los relojes biológicos de las plantas.
(13/06/11 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. La Fundación Guggenheim comunicó el resultado de las becas otorgadas para América Latina y el Caribe correspondiente al año 2011. Dicha fundación premia a destacadas figuras en diferentes campos como las ciencias naturales, las ciencias sociales, las humanidades y el arte, entre otras disciplinas.
En Ciencias Naturales fueron premiados cinco argentinos, dos de ellos integrantes de la Fundación Instituto Leloir (FIL), e investigadores del CONICET. Se trata de los doctores Eduardo Castaño, director del Laboratorio de Amilodiosis y Neurodegeneración, y Marcelo Yanovsky, a cargo del Laboratorio de Genómica Comparativa del Desarrollo Vegetal.
¿En qué trabajan? El objetivo general del laboratorio encabezado por el doctor Castaño apunta a la comprensión de los mecanismos que relacionan el plegamiento anormal de proteínas en el cerebro con procesos neurodegenerativos, como sucede en la enfermedad de Alzheimer y en otras formas de demencia.
“La beca Guggenheim financiará un proyecto para saber si algunas proteínas que se acumulan en el cerebro de la enfermedad de Alzheimer son tóxicas para las células nerviosas y por qué”, destacó el investigador. Y agregó: “Nuestra hipótesis es que, por sí sola, la acumulación no es tóxica a menos que claudiquen algunas defensas clave de las células nerviosas por efecto del envejecimiento. Utilizaremos la mosca de la fruta como modelo animal por su enorme versatilidad para estudios genéticos y porque unos dos tercios de los genes son similares con los humanos. Este proyecto está siendo realizado con la inestimable colaboración de la doctora Fernanda Ceriani, jefa del Laboratorio de Genética del Comportamiento de la FIL y reconocida experta en la utilización de ese modelo animal.”
Para Castaño la mayor importancia es que la beca Guggenheim no exige demasiadas evidencias previas para financiar un proyecto novedoso y de relativo “alto riesgo/alto beneficio”. “En ese sentido, nos da tranquilidad financiera para ir acumulando evidencias experimentales llamadas ‘preliminares’, que la mayoría de los subsidios habituales, tanto nacionales como internacionales, exigen como condición necesaria. Castaño aclara que eso no implica que para presentarse a una beca Guggenheim no se necesiten resultados preliminares ni una metodología rigurosa que asegura la factibilidad del proyecto. “Sólo que en su valoración se le da mayor libertad al investigador”, destacó el especialista.
Por su parte el doctor Yanovsky indicó que en su caso “la beca financiará investigaciones sobre los relojes de las plantas y sus efectos sobre el procesamiento de la información genética. Estos relojes controlan el momento en que florecen las plantas. En consecuencia, entender esos mecanismos permitirá mejorar la sincronía entre el desarrollo de los cultivos y los cambios estacionales, aumentando su productividad”. Y agregó: “La beca Guggenheim, además de ser una ayuda económica, es una de las distinciones científicas más prestigiosas. Recibirla es un estímulo anímico inmenso, una señal que vamos por buen camino, que podemos hacer ciencia valorada internacionalmente ocupándonos de un tema con eventual relevancia productiva en nuestro país.”
Otro objetivo del laboratorio del doctor Yanovsky consiste en el desarrollo de herramientas biotecnológicas para que las plantas sirvan como vehículo para la producción de proteínas con fines biomédicos, como por ejemplo vacunas, antígenos y anticuerpos.
Además de Yanovsky y Castaño, de la FIL, en la categoría de ciencias naturales también fueron premiados los investigadores argentinos Fabio Ariel Doctorovich (en química), Gustavo Paratcha (en biología celular y molecular) y Francisco Urbano (neurociencias).