Para la presidenta de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, la doctora Mónica De Gennaro, un tercio de la población mundial sufre algún tipo de enfermedad alérgica.
(16/05/2012 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. Las enfermedades alérgicas tienen una muy alta prevalencia en el mundo, lideran el ranking de afecciones crónicas en todas las edades y “desafortunadamente están en aumento”, afirmó a la Agencia CyTA la doctora Mónica De Gennaro, presidenta de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica.
De acuerdo con la pediatra y alergista, “se estima que alrededor del 30 por ciento de la población mundial tiene algún tipo de alergia. La rinitis alérgica, por ejemplo, tiene una prevalencia que ronda el 20 por ciento en Argentina. Y el asma afecta a uno de cada diez habitantes, es decir, lo padecen 4 millones de personas en nuestro país”.
De Gennaro quien también se desempeña como directora asociada de la carrera de Especialistas en Alergia de la UBA, sostiene que existen diversos factores que empeoran o propician la condición en pacientes que ya tienen una base genética que los predispone: el tabaquismo activo o pasivo, las infecciones respiratorias virales reiteradas, la contaminación ambiental, la falta de lactancia materna, la obesidad y la deficiencia de vitamina D, entre otras variables.
Las alergias suelen aparecen en la niñez y adolescencia, pero también pueden surgir en la edad adulta. “Todo depende de la susceptibilidad individual y de la exposición al agente que provoca alergia”, destacó De Gennaro.
La mayoría de los niños con asma manifiestan síntomas en los primeros cinco años de edad. Los “alérgenos” o sustancias capaces de provocar una reacción alérgica pueden ser estacionales, como los pólenes, o están presentes durante todo el año, como los ácaros, los hongos, la cucaracha o la caspa del pelo de animales domésticos.
Si bien hay muchos fármacos que mejoran y controlan los síntomas, es fundamental un diagnóstico correcto. “Los médicos clínicos y los pediatras suelen tratar los casos más leves, pero en situaciones en las cuales los síntomas afectan la calidad de vida, se prolongan en el tiempo o traen complicaciones, se impone la intervención del médico alergólogo”, indicó De Gennaro.
Los especialistas realizan test cutáneos que permiten identificar el alérgeno al cual está sensibilizado el paciente, lo que orienta la elección de medidas para disminuir la exposición y la terapia más efectiva. “Los medicamentos pueden aliviar y controlar los síntomas, pero la inmunoterapia específica es el único tratamiento capaz de modificar la historia natural de la enfermedad”, destacó De Gennaro, quien agregó que las “vacunas para alergia”, o formulaciones del alérgeno que dispara el cuadro, se administran en forma subcutánea o sublingual en concentraciones crecientes por un tiempo no menor de tres años.