Se denomina BmaC y se secreta a si misma al exterior del microorganismo para invadir células huéspedes. El hallazgo abre el camino a nuevas investigaciones sobre la posibilidad de que esa proteína y otras similares sean blancos terapéuticos o de diagnóstico de la Brucelosis.
(25/06/2012 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Investigadores de la Fundación Instituto Leloir (FIL) identificaron una novedosa adhesina en Brucella, el patógeno causante de la brucelosis, una enfermedad bacteriana que afecta a varios mamíferos, incluyendo a los humanos. Esa adhesina, denominada BmaC, pertenece a una familia muy especial de proteínas que se caracterizan por su capacidad de secretarse a si mismas al exterior de la bacteria (de ahí su nombre autotransportadores). El trabajo fue publicado en la revista científica Cellular Microbiology y una de las figuras del estudio fue elegida para ser tapa de dicha edición.
Los científicos, liderados por la doctora Ángeles Zorreguieta, investigadora de la FIL y del CONICET, observaron que esta proteína (BmaC) queda expuesta en la superficie de la bacteria, ubicándose en uno de los polos. Por diversos enfoques y experimentos mostraron que BmaC es importante para la adhesión de la bacteria a las células del hospedador y que al menos uno de los mecanismos involucrados en esta interacción es la unión de BmaC a la fibronectina celular (una glicoproteína que recubre a las células, con un rol crucial en la adhesión entre células).
La doctora Diana Posadas –investigadora del laboratorio mencionado y primera autora del trabajo -indicó que “la adhesión inicial de Brucella a la célula hospedadora sería un paso clave para el éxito de la infección y determinaría la llegada del patógeno a su destino intracelular.”
“El hallazgo abre el camino a nuevas investigaciones sobre la posibilidad de que proteínas de la familia de los autotransportadores sean blancos terapéuticos o de diagnóstico en Brucella”, concluyó la doctora Zorreguieta.
Desde su descubrimiento hace más de 130 años, la brucelosis es un problema para la salud pública y para la sanidad animal de distribución mundial. El impacto económico negativo que produce esta patología en la producción ganadera en Argentina es considerable. Por otra parte en nuestro país, durante 2011, se notificaron 26 casos de brucelosis humana, la misma incidencia que en 2010.
En el trabajo también participaron Verónica Ruiz-Ranwez, Hernán Bonomi y Fernando Martín.
Verónica Ruiz-Ranwez (izq.), la doctora Ángeles Zorreguieta –directora del laboratorio de Genética y Bioquímica de Rhizobacterias de la Fundación Instituto Leloir – y Diana Posadas.
Créditos: Agencia CyTA